Japón sigue conmocionado. A tres días del fallecimiento del exprimer ministro Shinzo Abe, su figura política continúa dando de qué hablar

El legado de Shinzo Abe, exprimer ministro nipón, tras su muerte por dos disparos

A tres días de la muerte del exprimer ministro de Japón, sus políticas más populares volvieron a recordarse, ubicándolas como su principal herencia, y las cuales se espera sigan siendo impulsadas por el actual gobierno, como la liberación de los presos políticos en el exterior y el respaldo a las mujeres en el sector económico

Japón sigue conmocionado. A tres días del fallecimiento del exprimer ministro Shinzo Abe, su figura política continúa dando de qué hablar.

Desde que se confirmó su muerte tras recibir dos balas en el pecho mientras protagonizaba un mitin político en las calles de su país, sus acciones como representante han sido recordadas, enfatizando las más populares.

En materia económica, por ejemplo, uno de sus principales legados fue el programa Abenomics, el cual consiste en una serie de reformas puestas en marcha en 2012, cuando llegó al poder por segunda ocasión, con el propósito de reactivar la economía japonesa.

De la mano de esta medida estuvo el Womenomics, una política basada en la idea de que Japón puede impulsar su economía al lograr que más mujeres ingresen a la fuerza laboral y, a su vez, logren ser recompensadas con trabajos y salarios que coincidan con sus habilidades, talentos y ambiciones.

Con esta política progresista en pro de las mujeres, Abe dejó un poco de lado las referencias conservadoras con las que se le señalaban al ser el presidente del Partido Liberal Democrático (PLD), el grupo que por más tiempo ha representado a Japón de manera ininterrumpida.

Al pertenecer a este partido, Shinzo Abe se había puesto en una posición nada favorecedora, sobre todo cuando no respaldó el papel de las mujeres para suceder el trono japonés.

La doctora Virginia Valdivia, profesora del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, opina que entre los legados que dejó Shinzo Abe y que debería seguir impulsando el gobierno actual, está su participación en el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP11).

A través de dicho convenio, 11 países buscan promover la integración económica, establecer marcos legales predecibles para el comercio, facilitar el comercio regional y promover el crecimiento sostenible, entre otros.

Además, la doctora considera que el actual primer ministro, Fumio Kishida, debería seguir negociando en favor de la liberación de los presos políticos japoneses que se encuentran en Corea del Norte como en su momento lo hizo Shinzo Abe.

“Este es un tema importante porque se ha escuchado que las familias de estos japoneses le han pedido al primer ministro que atienda esta situación”, dice Valdivia.

En 2018, tres presos políticos japoneses fueron liberados y recibidos por Estados Unidos. Se cree que Shinzo Abe logró acordar esto con el entonces presidente Donald Trump, con quien se le vio en diferentes ocasiones jugando al golf.

Por otro lado, se espera que así como hizo el exprimer ministro, la actual y futuras administraciones conserven la relación con su gran aliado Estados Unidos y a su vez mejoren sus lazos con China, uno de sus principales rivales en materia geopolítica, a través del diálogo.

Uno de los temas pendientes que dejó Abe y que deberá solucionar Fumio Kishida es el de modificar o no el Artículo 9 de su Constitución.

A través de esta cláusula se prohíbe que Japón lidere actos bélicos; algo que el exprimer ministro quería cambiar para que su Estado tuviera las bases necesarias para defenderse militarmente.

“Otro logro que llegó a concretar Abe fue que Tokyo fuera la sede de las Olimpiadas (en 2020), un punto que creo también es importante y que conforma su legado”, agrega la doctora Valdivia.

Shinzo Abe, ‘un hombre reconocido’

Tras darse a conocer la muerte del exprimer ministro el pasado viernes, los líderes políticos alrededor del mundo no perdieron el tiempo para expresar su sentir ante tal pérdida.

“(Shinzo Abe) fue un hombre muy reconocido. Así lo demuestran todas las condolencias que han surgido en estas últimas horas. Fue una persona que trató de poner en orden a Japón y ponerlo en la primera fila a nivel internacional”, dice la doctora Ana Luisa Trujillo, profesora del Centro de Relaciones Internacionales de la FCPyS.

Para ella, el que el exlíder japonés haya tratado de poner a su país dentro de la región del Asia-Pacífico significó mucho, y más aún porque siempre lo hacía en términos respetuosos.

De igual manera, la doctora Virginia Valdivia asegura que gracias a la popularidad que representó Shinzo desde su primer mandato, eso le dio la oportunidad de estar bastante tiempo en el poder.

En 2019, Abe se convirtió en el primer ministro con más años en el cargo en la historia de su país. Y aunque se retiró de su cargo en 2020 por motivos de salud, nunca abandonó su papel dentro de la política, apoyando a otros representantes de su partido como a Kei Sato, un hombre que desea ocupar un escaño en la Cámara alta de Japón y de quien Shinzo hablaba en el momento en el que le dispararon.

Japón, por más seguridad

La última imagen que se tiene de Shinzo Abe, exprimer ministro nipón, antes de morir, fue la de su cuerpo tirado en una calle de su natal Japón. Sobre su camisa blanca resaltaban manchas de sangre luego de recibir dos disparos.

Este hecho marcará la historia de Japón no sólo porque ocasionó la muerte de quien lideró el país por más tiempo, sino porque los actos de violencia relacionados con armas de fuego son relativamente escasos en esta nación.

A diferencia de países como Estados Unidos que registran tiroteos diariamente, en Japón son contados estos sucesos considerando sus leyes estrictas en materia de control de armas.

El año pasado, por ejemplo, se dio a conocer que fueron 10 el número de incidentes reportados con disparos de armas de fuego; siete menos que los registrados en 2020.

A pesar de esos bajos números, la doctora Natalia Rivera Ángel, docente de la UNAM e investigadora del Centro de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), opina que el actual gobierno nipón podría reforzar la seguridad para sus figuras políticas.

“Este hecho llamó mucho la atención porque la población japonesa siempre ha sido muy pacifista (…) No se ven grandes multitudes en las calles a través de huelgas porque tienen otra forma de arreglar las cosas y tienen muy en claro el tema del honor.

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