El mundo contra Nicolás

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aún se muestra convencido de que los problemas de su país se originan en el exterior.

El sucesor de Hugo Chávez intensificó esta semana sus acusaciones en contra del eje Bogotá-Madrid-Venezuela, desde donde se gesta un complot en contra de su gobierno, según acusa.

Tras un enfrentamiento entre contrabandistas y autoridades, que dejó tres militares y un civil heridos, Maduro anunció el cierre de la frontera con Colombia por 72 horas.

El límite de ambos países es de 2 mil 219 kilómetros, pero el mandatario sólo clausuró el de San Antonio del Táchira y Ureña, por el que se trafican alimentos y productos básicos que en Venezuela son escasos y costosos por la crisis económica.

“Les hicieron una emboscada precisamente en el momento en el que se dirigían en su tarea y faena diaria a combatir todas estas mafias de bachaqueros (contrabandistas) y paramilitares que vienen de Colombia”, detalló Maduro en el canal oficialista VTV.

Estos hechos ocurren después de que, el martes, el chavista denunció en su programa ‘En contacto con Maduro’ que la derecha venezolana trabaja de cerca con grupos paramilitares colombianos.

El jefe de Estado presentó un video con la presunta detención de José Pérez Venta, un opositor que milita en el partido Voluntad Popular.

“Tenemos detectados 30 grupos como éste que acabamos de revelar, entrenados y financiados desde Colombia por los paramilitares de (el expresidente Álvaro) Uribe”, acusó.

“Este grupo, que estaba conectado al más alto nivel de líderes en Colombia de la derecha, y de la derecha venezolana (…) tenían planes para asesinar líderes conocidos de la política, de la derecha de la oposición, y de la revolución”.

En el mismo programa, Maduro también acusó a Marco Rubio, senador republicano de Florida y aspirante a la presidencia de Estados Unidos (EU) en el 2016, de financiar las protestas que los opositores han realizado en contra de su gobierno.

Venta afirmó en el video que una persona intermediaria, a la que identifica como Betti Grossi, le proporcionó dinero de parte de Rubio y de la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen.

Estas acusaciones son eco de las palabras de Maduro en febrero, cuando denunció que en España, Colombia y Estados Unidos se gestaba un movimiento para derrocarlo.

“Desde Madrid, la derecha; de Bogotá, la ultraderecha, y de Miami, la ultraderecha, han hecho un eje Madrid-Bogotá-Miami para conspirar contra nuestra patria, y todos los días sacan barbaridades de Venezuela”, manifestó entonces.

‘Un payaso corrupto’

Marco Rubio, uno de los republicanos favoritos de la Casa Blanca, respondió al líder venezolano con severas críticas a su gobierno.

“Maduro ha dicho que el fallecido Hugo Chávez una vez lo visitó reencarnado como un pájaro”, declaró a CNN, “y parece que ahora está teniendo un episodio similar. 

“Maduro es un payaso corrupto y el pueblo venezolano merece más que la represión, mala administración y abusos de los Derechos Humanos que están recibiendo de sus actuales líderes corruptos”.

El expresidente colombiano Álvaro Uribe también respondió a las acusaciones del oficialismo venezolano, que asevera que él es el “principal patrocinador del paramilitarismo”.

“Maduro asegura meterme a la cárcel, no hay algo más peligroso que un fracasado en apuros”, tuiteó Uribe el miércoles.

“Maduro saca en video al ‘descuartizador’: El homicida señala a media oposición nacional e internacional”. 

Contra España por opinar

El chavista ha cuestionado a los españoles porque diarios como el ABC, El País y El Mundo se han mostrado críticos con su gobierno.

“Vayan a opinar de su madre, pero no opinen de Venezuela”, arremetió en abril Maduro contra los medios españoles y el gobierno del presidente Mariano Rajoy.