El negocio submarino de Slim
Serán 17 mil 800 kilómetros de cable de fibra óptica a través de las aguas territoriales de 15 países, con una vida útil de 25 años.
Partirá de Playa Delfines en Quintana Roo para comunicarse en principio con Estados Unidos, Puerto Rico, Brasil, Colombia, República Dominicana y Guatemala.
Se trata del proyecto Sistema de Cable Submarino de Fibra Óptica AMX-1, el nuevo emporio de Carlos Slim que pretende llegar a 15 países.
Georgina Howard
Serán 17 mil 800 kilómetros de cable de fibra óptica a través de las aguas territoriales de 15 países, con una vida útil de 25 años.
Partirá de Playa Delfines en Quintana Roo para comunicarse en principio con Estados Unidos, Puerto Rico, Brasil, Colombia, República Dominicana y Guatemala.
Se trata del proyecto Sistema de Cable Submarino de Fibra Óptica AMX-1, el nuevo emporio de Carlos Slim que pretende llegar a 15 países.
El cable que soportará las plataformas digitales para ampliar la capacidad de almacenamiento, se colocará en el lecho marino a 15 metros de profundidad.
Con un avance de más del 60 por ciento, el proyecto espera dinamizar las telecomunicaciones en la region por esa vía hasta Brasil y Cartagena.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) correspondiente al proyecto ya ingresó con clave 23QR2012V0015.
Se trata de una franja de entre tres y 15 centímetros a lo largo de una ruta de 30 mil 76 kilómetros que parten del pozo de amarre, ubicado en el camellón central del boulevard Kukulcán, a la altura de Playa Delfines.
Las cinco fases del proyecto
Aunque el monto de inversión y el nombre de la empresa promotora se resguardan en secreto, se sabe que el sistema AMX-1 creará una red de sistemas de cable de fibra óptica digital submarina con capacidad de apoyo de transporte terrestre asociado.
El objetivo, atender al crecimiento acelerado del tráfico global de datos y voz, y proveer conexiones directas entre los países de América del Norte, América Central, el Caribe y Sur América.
El proyecto consta de cinco etapas. La primera conectará Fortaleza, Brasil, con Jacksonville, EU y las ramas hacia San Juan, Puerto Rico y Puerto Plata en República Dominicana.
La segunda enlazará Barranquilla, Colombia, con Jacksonville, Estados Unidos y Puerto Plata en República Dominicana.
La tercera unirá Fortaleza con Río de Janeiro, Brasil; la cuarta a Cartagena con Miami en EU, Cancún y Puerto Barrios en Guatemala, y la quinta conectará la rama hacia Salvador, Brasil.
El pozo de amarre cercano a Playa Delfines con la Estación Terminal, donde se encuentran equipos activos de transmisión de datos, ya trabajan en la súpermanzana 21, manzana 1, en la avenida Yaxchilán de Cancún.
Se prevén maniobras de instalación en aguas someras desde la línea en agua hasta alcanzar 15 metros de profundidad, frente a Playa Delfines.
También, en aguas profundas de 15 metros hasta mil metros.
La infraestructura quedará de manera subterránea y los flexoductos de PVC, donde estará el cable de fibra óptica, tendrán un diámetro de 15 centímetros. La empresa asegura, en su exposición a la MIA, que el cable submarino con un diámetro de cinco centímetros, fabricado por un conjunto de fibras ópticas, alambres de cobre, plásticos aislantes y protectores, “garantizará la integridad del lecho marino”.
Antes, un equipo de buzos realizará la limpieza previa, al remover desechos como redes de pesca, cuerdas, cables ó cadenas arrojadas sobre el lecho marino, que pudieran obstruir el proceso de colocación del nuevo cable.
Las condiciones del lecho marino son determinantes en el proyecto, ya que el cable de fibra óptica debe ser enterrado en un área con substratos blandos que le permitirán reducir el riesgo de afectación.
De 15 a mil metros, dependiendo del tipo de fondo y la profundidad del cable, este se asegurará o enterrará.
De manera temporal, la instalación afectará a los usuarios de Playa Delfines al cambiar el entorno paisajístico con boyas y el cable mismo en la superficie del agua y la maquinaria de construcción.
¿Afectará la biodiversidad?
De acuerdo con el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), aunque la empresa señala que no hay arrecife de coral en la zona, presenta fotografías y muestreo donde se perciben esponjas y un poco de flora y fauna marina.
“Preocupa que por donde va a pasar el cableado se utilizarán instrumentos de arrastre y no se describe si ésto podría o no generar una afectación, pues se va a cavar en una zona de anidación de tortugas”.
De acuerdo con Cemda, que participó en la consulta pública, el proyecto no presenta de manera clara las coordenadas del sistema de cable de fibra óptica, por lo que quedan en duda la afectactación a la biodiversidad.
“Los daños podrán llegar a ser de impactos acumulativos del sistema ambiental, además de que el proyecto incumple con lo establecido por el Programa de Ordenamiento Ecológico Local del Municipio de Benito Juárez”.
El documento que la empresa de Slim hizo llegar a la MIA no aclara si habrá financiamiento por parte de alguno de los tres niveles de gobierno, o si habrá algún daño por el cruce de la barra coralina que corre paralela a la costa de Quintana Roo.
El 11 de octubre el proyecto fue aprobado, condicionado, por la Semarnat en la Ciudad de México.