El nuevo defensor de Assange
Las semanas de reclusión de Julian Assange en la embajada ecuatoriana en Londres han dado hoy sus primeros frutos.
Tras una serie de reuniones en el edificio diplomático ubicado en Hans Crescent, en el oeste londinense, el jurista español Baltasar Garzón ha decidido hacerse cargo de la defensa legal del fundador de WikiLeaks y de los procesos legales que enfrenta la compañía mediática producto de sus múltiples revelaciones de documentos clasificados.
Esteban CastroLas semanas de reclusión de Julian Assange en la embajada ecuatoriana en Londres han dado hoy sus primeros frutos.
Tras una serie de reuniones en el edificio diplomático ubicado en Hans Crescent, en el oeste londinense, el jurista español Baltasar Garzón ha decidido hacerse cargo de la defensa legal del fundador de WikiLeaks y de los procesos legales que enfrenta la compañía mediática producto de sus múltiples revelaciones de documentos clasificados.
De esta manera, Garzón se hará cargo de la dirección jurídica del equipo de litigantes que están trabajando para evitar que Assange sea extraditado a Suecia.
El comunicado enviado por Wikileaks tras la reunión de Assange y Garzón expresa que la función del juez español será defender “de los abusos de proceso y de arbitrariedades del Sistema Financiero internacional que pondrán de manifiesto el alcance real de la operación contra Julian Assange, en la que el proceso secreto que se le sigue en los Estados Unidos de América supone una clara amenaza que vicia cualquier otro proceso”.
El mismo comunicado, sancionado tanto por Assange como por Garzón, califica al proceso para extraditar a Assange a Suecia como un instrumento para hacer que el periodista australiano sea posteriormente juzgado con severidad por los Estados Unidos.
El foco de la reunión fue definir una nueva estrategia de defensa legal ante los abusos en el proceso.
El proceso legal contra WikiLeaks tendrá ahora un sabor a revancha para la abogada inglesa Clare Montgomery. Mientras que Garzón pedía la extradición de Augusto Pinochet, ella era la encargada de representarlo legalmente. Ahora, ella se verá de nuevo las caras con Garzón, ya que es ella quien lidera la fiscalía en el Reino Unido y Suecia en el caso en contra de Assange.
Assange ha estado 650 días bajo arresto domiciliario, esto sin que se le haya encontrado culpable de crimen alguno en ningún país.
Lo que llevó a Garzón a tomar el caso fue su preocupación ante la opacidad de los procesos legales contra Assange. Para el juez “el acoso al que él (Assange) ha estado sometido ha tenido efectos irreparables en su salud mental y física”.
Las amenazas contra Assange, quien se vio forzado a buscar asilo político en la embajada de Ecuador desde el 19 de junio, se han agravado ante las acciones de los gobiernos Suecos y Británicos, los cuales, según el comunicado “están erroneamente aboliendo sus derechos”.
Ante esto, Assange no pudo haber elegido un mejor director para su equipo legal. Luchar contra la impunidad y los abusos se ha convertido en el sello del juez español.
Garzón definido por Estados Unidos
En el cable #135369 publicado por WikiLeaks, Eduardo Aguirre Jr, el entonces embajador de Estados Unidos en España, hace un recuento de su reunión en diciembre del 2007 con el juez Garzón y lo define frente a los intereses de Estados Unidos:
“El juez Garzón ha sido una controversial figura en la historia española reciente, cuya ambición y búsqueda de los reflectores no tiene rival”
“Él claramente tiene una vena anti-americana (evidenciada por sus ocasionales editoriales mordaces en la prensa española criticando Guantánamo y los aspectos de lo que él llama “la guerra estadounidense contra el terrorismo”), y nosotros no nos hacemos ilusiones respecto al individuo con el que estamos lidiando”.
El precio de la libertad
Julian Assange se encuentra en libertad bajo fianza que tuvo un costo de 200 mil libras, las cuales fueron pagadas por partidarios de alto perfil como el director de cine Ken Loach, la socialité británica Jemima Khan y el controversial cineasta Michael Moore.