El Papa abre las cuentas de San Pedro

Tras una larga historia de corrupción, opacidad y hasta relaciones con la mafia, el Gobierno de la Ciudad del Vaticano será auditado por Ernst & Young. 

Con este acto sin precedentes, el Papa Francisco cumple su promesa de declarar la guerra a la corrupción y al mal manejo financiero hecho por los cardenales. Y así pretende recobrar la confianza de la sociedad en la Iglesia Católica.

Pedro Pablo Cortés Pedro Pablo Cortés Publicado el
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Tras una larga historia de corrupción, opacidad y hasta relaciones con la mafia, el Gobierno de la Ciudad del Vaticano será auditado por Ernst & Young. 

Con este acto sin precedentes, el Papa Francisco cumple su promesa de declarar la guerra a la corrupción y al mal manejo financiero hecho por los cardenales. Y así pretende recobrar la confianza de la sociedad en la Iglesia Católica.

“No hay ya un día en el que el Papa exjesuita no lance una condena a la corrupción dentro y fuera de la Iglesia, cuya misión no puede ser la lucha por el poder entre cardenales, entre prelados y movimientos laicos”, escribió el periodista Alberto Statera para el diario La Repubblica.

La auditoría no solo servirá para detectar anomalías en los manejos financieros del Vaticano, sino también para modernizar los procesos, señala el comunicado de la Santa Sede.

“La documentación resultante de la consultoría estará a disposición de la Comisión (Referente de Estudio y Orientación para los Asuntos Económicos y Administrativos) y servirá para proponer eventuales recomendaciones con el fin de mejorar la eficiencia y eficacia de los procesos”, asegura.

Dinero pecaminoso

Con un Gobierno que ingresa más de 355 millones de dólares anuales y un banco, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), que administra 19 mil cuentas con fondos por más de 9 mil millones de dólares, una auditoría no es cualquier cosa.

Desde su creación en 1942 por el Papa Pío XII, el IOR ha protagonizado escándalos por tener directivos vinculados con la mafia y realizar operaciones fraudulentas. Y la polémica se ha agudizado con los últimos dos papas. 

Durante su gestión, Benedicto XVI lidió con los llamados Vatileaks, una serie de documentos filtrados a los medios que evidenciaron que funcionarios  del Governatorato habían ayudado a lavar dinero mediante transacciones de más de 218 millones de dólares, según el semanario italiano Panorama.

Apenas unos meses después de asumir el papado, José Bergoglio también lidió con el escándalo que provocó el arresto del prelado Nunzio Scarano, quien fue acusado de fraude, corrupción y un intento de contrabandear 20 millones de euros de Suiza a Italia.

“De ahí que Francisco, que suele decir que en el Vaticano hay gente estupenda y otras… no tanto, haya preferido que sean ojos ajenos los que, a partir de ahora, supervisen el manejo del dinero”, manifestó el periodista papal español Pablo Ordaz.

Un pastor rodeado de lobos

Expertos de todo el mundo coinciden en una cosa: José Mario Bergoglio recupera poco a poco la credibilidad de la Iglesia Católica.

En toda la historia del Vaticano, el Papa Francisco es el primero que publica el reporte anual de las finanzas del IOR. 

Los medios internacionales aplauden constantemente la labor de Su Santidad. Forbes lo ubica en el cuarto lugar entre los líderes más poderosos del mundo, Le Monde lo califica como un animal político, y los medios italianos lo describen como un “pastor rodeado de lobos” porque reconoce que en la Iglesia hay gente con malas intenciones.

“La que se preveía como hercúlea tarea del sucesor de Benedicto XVI se ha convertido en manos de Francisco en una labor en la que ideas y maneras que parecían eternas se deshacen, y relevos imposibles se afrontan con naturalidad”, publicó ayer El País, en un editorial. 

Los pecados del Vaticano

Mafia

En 1969, el Papa Pablo VI contrató como consejero financiero del IOR a Michele Sindona, quien tenía conexiones con la mafia siciliana y fue acusado de lavar dinero, lo que le costó al Vaticano cerca de 25 millones de dólares en pérdidas.

Fraude

La cabeza del IOR en 1982, el arzobispo Paul Marcinkus, estuvo involucrado en el colapso del Banco Ambrosiano al ayudar a declarar su quiebra de forma fraudulenta. Aunque en 1987 una corte italiana dictó una orden de aprehensión en su contra, el estadounidense se refugió dentro de la Ciudad del Vaticano.

Escándalo

Con la aprobación del Papa Francisco, monseñor Battista Rica se convirtió en junio pasado en el prelado del IOR en la Comisión de Cardenales. Tiempo después, la prensa italiana reportó que el cardenal había tenido relaciones homosexuales y que por ello caía en conflictos de intereses. Renunció, pero los hechos nunca fueron comprobados.

Vatileaks

En el 2009, durante la gestión de Benedicto XVI, fueron filtrados a los medios italianos cartas y documentos confidenciales del Vaticano que revelaban la investigación de un fraude del IOR por más de 218 millones de dólares. La cabeza del banco en ese entonces, Ettore Gotti Tedeschi, fue acusado de lavado de dinero. Fue destituido, pero no arrestado.

Refugiado. Aunque ya tenía una orden de aprehensión por fraude bancario, el Arzobispo Paul Marcinkus se reúne en 1989 con el Papa Juan Pablo II.

¿Qué es Ernst & Young?

EY, antes Ernst & Young, es una empresa con sede en Londres que provee cuatro servicios: auditoría financiera, manejo de impuestos, consultoría y consejería.

Ocupa el tercer lugar entre “Las Cuatro Grandes”, grupo que conjunta a las compañías auditoras más importantes del mundo.

Una auditoría es un análisis e investigación sobre la gestión de los recursos, en este caso financieros, para detectar fallas, evaluarlas y hacer recomendaciones.

“Una verificación y asesoramiento sobre las actividades económicas y sobre los procesos de gestión administrativa”, fue lo que encargó el Gobierno del Vaticano a EY, según el comunicado oficial.

De acuerdo con El Mundo, las conclusiones de la firma sobre la situación del Governatorato se pondrán a disposición de la comisión de ocho miembros que Francisco nombró en julio pasado para supervisar la economía vaticana y evitar despilfarros.

El diario español asegura que es la tercera vez que el Papa ordena a una compañía externa vigilar las finanzas del Vaticano. Anteriormente había contratado al grupo estadounidense Promontory para administrar las cuentas del IOR.

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