El Papa Negro se reviste de blanco

La elección de ayer en el Vaticano fue una sorpresa para casi todo el mundo, empezando quizá por el propio cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.

Y es que al iniciar el cónclave, el nuevo Papa Francisco no era considerado entre los “papables”. Ni por los vaticanistas, ni por los apostadores que creyeron que el nuevo pontífice  volvería a ser un italiano. Todos se equivocaron. 

Para los creyentes católicos el Espíritu Santo volvió a “visitar la mente de los suyos”, como reza el himno del “Veni Creator”. 

Félix Arredondo Félix Arredondo Publicado el
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¿Podrá el Papa Francisco limpiar la Iglesia Católica? ¿Controlará a los cómplices sobrevivientes de Marcial Maciel? ¿Limpiara las finanzas vaticanas?

La elección de ayer en el Vaticano fue una sorpresa para casi todo el mundo, empezando quizá por el propio cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio.

Y es que al iniciar el cónclave, el nuevo Papa Francisco no era considerado entre los “papables”. Ni por los vaticanistas, ni por los apostadores que creyeron que el nuevo pontífice  volvería a ser un italiano. Todos se equivocaron. 

Para los creyentes católicos el Espíritu Santo volvió a “visitar la mente de los suyos”, como reza el himno del “Veni Creator”. 

Para los que no lo son, o prefieren explicar el fenómeno sucesorio a la luz de razón,  la elección del cardenal Bergoglio seguramente fue la más sabia y conveniente decisión para conciliar y acotar la confrontación de los grupos de poder al interior de la Iglesia.   

Sin embargo, haya sido una inspiración divina o una sofisticada decisión política, en lo que casi todos coinciden es que la elección del nuevo Papa fue una agradable y refrescante sorpresa para el mundo. 

En opinión de muchos,  Bergoglio es justamente el hombre que se hacía necesario para enfrentar los gravísimos problemas por los que atraviesa la Iglesia Católica, no solo tras los muros del Vaticano, sino en todo el mundo.

Y es que al escuchar el primer mensaje del Papa Francisco, católicos y no católicos pudieron apreciar que en el nuevo Papa se conjugan las cualidades de la humildad con las del que habiendo aprendido a obedecer, está preparado para mandar. 

¿Qué podría esperar la Iglesia del hombre que los cardenales fueron a buscar a donde se acaba el mundo?

Formado para gobernar 

Por primera vez en su historia, la Iglesia será gobernada por  un jesuita que fue formado en la estricta disciplina de la obediencia a sus superiores jerárquicos, pero en especial al Papa.   

Y es que para los miembros de la Compañía de Jesús, la congregación religiosa más numerosa fundada en 1529 por un militar,  la obediencia al Papa es un voto muy especial. 

Es un cuarto voto que surgió precisamente como la necesidad de fortalecer  la institución del Papado en los tiempos en que la institución parecía naufragar como producto de las ambiciones y conflictos entre los auto llamados “príncipes de la Iglesia”. 

Fueron los tiempos en los que, como ahora, los principales persecutores de la Iglesia Católica no estaban fuera, sino dentro de la institución, como lo denunció  en su momento el Papa Emérito Benedicto XVI. 

Tiempos en los que se dieron los más grandes cismas, como la separación promovida por Martín Lutero, o la creación de la Iglesia Anglicana decretada en la Inglaterra de Enrique VIII. 

La Compañía de Jesús creció y se expandió por el mundo entero. 

Su influencia en el poder temporal se fortaleció a tal grado de que emperadores, reyes y libre pensadores los vieron como una amenaza de poder, precisamente por su lealtad a la institución del Papa. 

Los jesuitas fueron vistos como amenaza para hombres tan poderosos como Napoleón.

Y es que los jesuitas fueron y son gente preparada no solamente en el campo de la filosofía y la teología. Casi todos cuentan con licenciaturas y postgrados en otras disciplinas, como la economía, el derecho, la ingeniería, la astronomía, etc.

Este ejército del Papa está integrado por más de 15 mil efectivos a los que bien se les pudiera calificar de “generales”.

Tienen universidades en muchos países del mundo, tan prestigiadas como la de Georgetown en los Estados Unidos, o la Iberoamericana, en México.

Controlan también la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, en la que estudiaron muchos Papas. Entre otros,  Benedicto XVI.

Quizá porque el poder de la Compañía de Jesús llegó a ser tan grande, fue que al superior general de esta congregación se le conoce como el “Papa Negro”. 

El de Roma se viste de blanco, el superior de los jesuitas se viste de negro. 

Hoy un Papa Negro, que se revistió de blanco, ha empezado a gobernar la Iglesia. 

No deja de ser reveladora la decisión del nuevo Papa de llamarse Francisco y no Ignacio, como el fundador de la Compañía de Jesús. 

Y es que sin restarle méritos a San Ignacio de Loyola, probablemente San Francisco de Asís sea uno de los santos más fieles al evangelio de Cristo. 

— Curiosidades

El excardenal argentino se ha destacado por su austeridad. A pesar de haber sido el primero en la jerarquía eclesiástica argentina, nunca vivió en la elegante mansión arzobispal en Buenos Aires y prefirió una cama sencilla en un cuarto céntrico calentado por una pequeña estufa, en invierno. Durante años se movilizó en transporte público por la ciudad y se preparó sus propias comidas, según informó AP.

La Compañía de Jesús o los Jesuitas

> Origen: La Compañía de Jesús es una orden religiosa de la Iglesia Católica que se fundó en 1540 por San Ignacio de Loyola.

> Superior General de la Compañía: Padre Adolfo Nicolás

> Dónde funciona: Hoy los jesuitas están presentes en 127 países y cuentan con casi 18 mil miembros (17 mil 637 en enero de 2012) trabajando por la evangelización del mundo, según puede leerse en el sitio de Internet de los jesuitas en España. Es la mayor orden religiosa masculina católica, hoy en día.

> Ámbitos de actividad: Campo educativo, social, intelectual, misionero y medios de comunicación católicos.

> Importancia intelectual: Debido al proceso de formación de sus miembros, la orden ha sido considerada durante casi cinco siglos como la fuente de los líderes intelectuales del catolicismo.

La formación empieza con un noviciado que dura dos años y le sigue un proceso educativo que incluye estudios de Humanidades, Filosofía y Teología. Además de esto, realizan dos o tres años de docencia y estudian idiomas, así como disciplinas sagradas y profanas antes o después de su ordenación como sacerdotes.

> Sitio web: www.sjweb.info. 

> Obras internacionales: Una de las más destacadas es el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS), cuya misión es “acompañar, servir y defender los derechos de refugiados y desplazados forzosos en más de 50 países del mundo”, según se indica en la página web.

> Historia: Aunque la historia de la orden es larga e imposible de resumir aquí, es importante señalar el papel que jugó la Compañía durante la Reforma Católica o Contrarreforma, la respuesta a la reforma protestante de Martín Lutero para tratar de reforzar a la Iglesia católica, que había quedado debilitada. 

En este contexto, muchas fundaciones jesuitas contribuyeron a reforzar la causa católica, dando impulso a las misiones, debatiendo con protestantes, y a través de escritos, discursos y universidades fundadas por sus miembros.

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