Debido a la decisión de invadir Ucrania hace 70 días, Rusia continúa recibiendo sanciones por parte de la comunidad internacional a fin de que cese sus acciones. El pasado martes fue el turno de Alemania, lanzando un sexto paquete de represalias entre las que incluye detener la entrega de petróleo ruso, oficializando con ello la ruptura de uno de los convenios más importantes entre los dos países.
Ante esa decisión, el gobierno del canciller Olaf Scholz deberá buscar otra alternativa para abastecer a su nación de este hidrocarburo, ya sea diversificando su mercado u optando por minimizar su consumo aun cuando es muy utilizado en épocas de invierno para el uso de la calefacción.
En caso de que Alemania decida crear convenios con otros Estados, éstos podrían ser Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Irán o Libia; sin embargo, podría encontrarse con poca disponibilidad, considerando que estas naciones ya tengan contratos a largo plazo con otros países.
Pero ese no es el único inconveniente. Si el gobierno alemán consigue un trato con alguna otra nación, el problema sería el modo de transporte, pues además de que ya cuenta con el gasoducto Nord Stream que lanzó junto a Rusia, le costaría un alto monto económico hacerlo.
Con ese panorama, aunque Alemania podría optar por otra vía y aceptar gas licuado de petróleo proveniente de gobiernos como el de Estados Unidos, también carece de terminales para recibirlo, por lo que tendría que utilizar las que poseen países socios como Polonia o Noruega.
“La idea general es comprar petróleo donde se pueda y donde haya. (…) Aquí el problema que tiene Alemania es que no se preparó ante una conducta hostil de Rusia y entonces no tiene terminales para el gas líquido.
“Con esto podemos decir que Alemania confió 100 por ciento en las buenas intenciones de Rusia y no construyó otras alternativas como sí lo hizo Polonia”, asegura por su parte la doctora Marta Ochman, profesora e investigadora del Tecnológico de Monterrey.
Por otro lado, la doctora Trujillo enfatiza que aunque el resultado de esta nueva represalia hacia Rusia aún está por verse, son pocas las probabilidades de que dañen realmente su economía, tomando en cuenta que tiene de su lado a un socio como China.
“Me parece congruente esta postura de empezar a cortar relación con Rusia, pero también puede resultar como un disparo en el pie por los gastos económicos que se puedan realizar”, detalla.
La opción verde de la UE para dejar el petróleo
Ante los desafíos que podría enfrentar Alemania al dejar de contar con hidrocarburos rusos, la Unión Europea lanzó un programa para evitar mayores problemáticas: REPoweREU.
Con este plan, se contempla diversificar el suministro de gas a través de mayores importaciones de gas natural licuado y gasoductos de proveedores no rusos; y reducir más rápidamente el uso de combustibles fósiles en los hogares, edificios, industrias y sistemas de energía, impulsando la eficiencia energética, aumentando las energías renovables y la electricidad.
De acuerdo con el grupo de los 27, con las medidas del REPowerEU podrían eliminarse gradualmente al menos 155 millones de metros cúbicos de uso de gas fósil, lo que equivale al volumen importado de Rusia en 2021.
“Necesitamos actuar ahora para mitigar el impacto del aumento de los precios de energía, diversificar nuestro suministro de gas para el próximo invierno y acelerar la transición a la energía limpia.
“Cuanto más rápido cambiemos a energías renovables e hidrógeno, combinado con una mayor eficiencia energética, más rápido seremos verdaderamente independientes y dominaremos nuestro sistema energético”, aseguró Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
Por su parte, Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo, destacó que la Unión Europea debería apostar sin duda a las energías renovables, pues además de que son una fuente de energía barata y limpia, son potencialmente inagotables.
“Es hora de que abordemos nuestras vulnerabilidades y seamos rápidamente más independientes en nuestras elecciones energéticas (…) En lugar de financiar la industria de los combustibles fósiles en otros lugares, creemos puestos de trabajo aquí”, subrayó.
De ese modo, en lugar de que países europeístas como Alemania se enfoquen en un Estado que reemplace a Rusia, podría adentrarse más al programa de la Unión Europea, enfocándose más en energías renovables que no tengan una fecha de vencimiento a corto o mediano plazo.
Se espera que sea en cuestión de semanas que el equipo de trabajo del canciller Scholz dé a conocer el rumbo que tomarán, dejando en claro la ruptura de relaciones con Rusia, el cual fue uno de sus mayores socios en materia de inversión y comercio.