El sexo como escudo contra la corrupción

La corrupción, uno de los peores problemas en la política de China, puede combatirse con otro mal que aqueja a los funcionarios del Partido Comunista (PCCh): una recurrente afición a tener amantes.

Se trata de una especie de “chantaje positivo”, el cual no parece tan descabellado para algunos académicos asiáticos que ven en esto un área de oportunidad.

Li Chengyan, profesor del Centro de Investigación para la integridad gubernamental de la Universidad de Beijing, consideró la posibilidad.

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"Cuando los funcionarios tienen un poder total, tienden a ignorar las normas sociales y jurídicas para hacer lo que les plazca. Esto les lleva a pensar que tener una amante no es ningún problema”
Li ChengyanProfesor de la Universidad de Beijing
"Existe mucha evidencia de que el peor resultado de la corrupción será el fin del Partido y el declive del Estado. Debemos ser vigilantes”
Xi JinpingPresidente de China
Si examinamos a los oficiales corruptos, del 80 al 90 por ciento de ellos tienen relaciones extramaritales
Hay una nueva tendencia en China: ciudadanos vigilantes que entienden que los oficiales del PCCh tienen severos problemas sexuales y que el asunto puede ser un arma contra la corrupción

La corrupción, uno de los peores problemas en la política de China, puede combatirse con otro mal que aqueja a los funcionarios del Partido Comunista (PCCh): una recurrente afición a tener amantes.

Se trata de una especie de “chantaje positivo”, el cual no parece tan descabellado para algunos académicos asiáticos que ven en esto un área de oportunidad.

Li Chengyan, profesor del Centro de Investigación para la integridad gubernamental de la Universidad de Beijing, consideró la posibilidad.

“El fenómeno de tener amantes es común en la historia china, pero hoy ha alcanzado una escala sin precedentes”, dijo Li.

“Si examinamos a los oficiales corruptos, del 80 al 90 por ciento de ellos tienen relaciones extramaritales”, agregó.

La posibilidad de que se aplique esta peculiar táctica de lucha contra la corrupción toma fuerza después del escándalo sexual de Lei Zhengfu, un exoficial de la provincia de Chongquing.

Lei fue videograbado con una mujer de 18 años en 2007.

La filmación tenía la singular característica de ser captada desde un ángulo donde se aprecia nítidamente el rostro del político chino, mientras que la mujer que lo acompaña es apenas visible.

El sextape salió a la luz el 20 de noviembre pasado, obligando a la Comisión de Inspección Disciplinaria de Chongquing a actuar inmediatamente.

El órgano responsable de lidiar con la corrupción y la mala conducta en los miembros del PCCh determinó que el hombre del video era Lei –quien inicialmente dijo que se trataba de una argucia del Photoshop– por lo que fue removido del  cargo el 23 de noviembre.

Lei Chengyan es ahora investigado por infracciones a la disciplina del partido y se coloca en el segundo lugar de escándalos de corrupción más grandes de este año de la provincia de Chongquing, solo detrás del caso del exjefe municipal Bo Xilai.

Bo fue destituido después de que su esposa Gu Kailai fue acusada de asesinar al empresario británico Neil Heywood por presuntos chantajes, a raíz de una red de corrupción en la industria privada.

El videoescándalo se publicó en Internet pocos días después de que el flamante presidente Xi Jinping colocó el combate a la corrupción como un de sus principales ejes en un discurso entonado frente a la plana mayor de su partido.

“Existe mucha evidencia de que el peor resultado de la corrupción será el fin del Partido y el declive del Estado.

“Debemos ser vigilantes”, dijo Xi a los oficiales de mayor rango en Beijing.

El nuevo mandatario comparó los actos desleales en el gobierno con “la reproducción de gusanos en materia descompuesta”.

No es nada nuevo

Los políticos en el poder involucrados con múltiples compañeras sexuales difícilmente son novedad en China.

Pero la manera de cómo el sextape de Lei Zhengfu se dio a conocer es lo que lo convierte en una novela .

Zhu Ruifeng, un antiguo periodista de investigación del diario Southern Metropolis Daily que un respetado medio de la provincia de Guangzhou, subió el archivo de video a la red en una página que combate la corrupción en el gobierno.

El sitio web denominado “La Supervisión de la Gente” –dirigido por Zhu– representa una nueva tendencia en el gigante asiático: ciudadanos vigilantes que entienden que los oficiales del Partido Comunista tienen severos problemas sexuales y que el asunto puede ser un arma contra la corrupción.

El experiodista obtuvo el video de un informante dentro del Departamento de Policía de Chongquing.

Zhu piensa que la grabación era una manera de asegurar los lucrativos contratos de una empresa de construcción con el gobierno a través del despedido oficial.

Para garantizar una posición privilegiada, la constructora le pidió a la mujer que videograbara los encuentros sexuales  con Lei –lo que puede ser una explicación del por qué la cámara solo apuntó al político chino–, dijo el antiguo investigador del Southern Metropolis Daily.

Una vez que la filmación se volvió viral, medios occidentales y chinos se centraron en cubrir la historia.

No es el primer escándalo sexual que sacude China, pero existe un fuerte contraste entre la imagen austera que proyecta la burocracia asiática y su lasciva obsesión por tener amantes, la cual resulta impactante.

Aún teniendo un fuerte sistema de censura, los medios de comunicación en inglés administrados por el gobierno  han publicado historias lascivas que avergonzarían a cualquiera.

Por ejemplo, en agosto pasado el tabloide Global Times divulgó la historia de dos oficiales de la provincia de Anhui que fueron investigados después de que circularan fotos donde aparecían en una orgía de cinco personas en un hotel.

En 2010, el China Daily publicó el diario de un oficial encarcelado por actos de corrupción de la provincia de Guangxi.

El medio informativo subió a la red los escritos del político: “Ser mujeriego va por buen camino. Ha sido un año con suerte con las mujeres. Necesito poner atención a mi salud con tantas parejas sexuales”.

Aun así, muchos detalles son omitidos.

Cuando Liu Zhijun, el entonces ministro de Trenes, fue removido de su puesto por cargos de corrupción en febrero de 2011, un mensaje filtrado de la Oficina Central de Propaganda ordenó: “Ningún medio tiene permitido reportar la noticia de que Liu Zhijun tuvo 18 amantes”.

Desenredando las razones

Li, el profesor de la Universidad de Beijing, ve una conexión entre el comportamiento sexual moderno de los políticos y los actos de corrupción.

Lo define como “la psicología del desenfreno del Emperador”: “Un poder absoluto corrompe completamente”.

“Cuando los funcionarios tienen un poder definitivo, tienden a ignorar las normas sociales y jurídicas para hacer lo que les plazca.

“Esto les lleva a pensar que tener una amante no es ningún problema; piensan que no afectará su trabajo o su historial. La tentación trae tentación”, agregó el académico.

Zhu, el antiguo periodista investigador, dijo que espera romper el ciclo “donde los políticos se protegen unos a otros” para evitar que se de a conocer su enriquecimiento a través de los sobornos y sus desenfrenadas vidas sexuales.

¿Un videoescándalo a la vez?

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