El ‘ventrílocuo’ de Trump

Corey Lewandowski no era hasta hace un año uno de los nombres más reconocidos entre los asesores en la política norteamericana.

Tiene un historial como operador político republicano pero carece de un curriculum deslumbrante.

Hoy, sin embargo es el personaje clave dentro del reducido círculo de asesores de la campaña a la presidencia del precandidato republicano Donald Trump. 

El hombre que controla el más mínimo detalle de la campaña más peculiar en la época reciente. El arquitecto de su ascenso político. Trump encontró en Lewandowski a su álter ego. 

Carlos Salazar Carlos Salazar Publicado el
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El exsenador Bob Smith contrató para su campaña en 2002 a Lewandoski

Corey Lewandowski no era hasta hace un año uno de los nombres más reconocidos entre los asesores en la política norteamericana.

Tiene un historial como operador político republicano pero carece de un curriculum deslumbrante.

Hoy, sin embargo es el personaje clave dentro del reducido círculo de asesores de la campaña a la presidencia del precandidato republicano Donald Trump. 

El hombre que controla el más mínimo detalle de la campaña más peculiar en la época reciente. El arquitecto de su ascenso político. Trump encontró en Lewandowski a su álter ego. 

La fama de ser un oscuro operador de los republicanos en su natal New Hampshire está justificada. Se ha caracterizado por el radicalismo de sus posturas y acciones, dispuesto a pagar el costo político de las mismas.  Personas que lo han conocido señalan que nunca ha dudado en llevar sus estrategias al plano personal. 

Para él: el fin justifica los medios. Su cargo oficial en el equipo del magnate es el de ‘Campaign Manager’ (Gerente de Campaña), por el que recibe una remuneración de 20 mil dólares al mes. Pero es mucho más que eso: es el copiloto de Trump, el operador en la oscuridad, la voz más influyente, el que maneja todos los hilos.

Lewandowski fue el primero que creyó seriamente en la viabilidad de la candidatura para Trump. En enero de 2015 fue cuando se integró a su equipo de trabajo, meses antes del anuncio oficial de sus aspiraciones presidenciales.

En junio de 2015, cuando Donald John Trump anunció su intención de contender por la candidatura republicana a la presidencia de los Estados Unidos, muchos lo tomaron como una mala broma, un mero ardid publicitario para que el magnate ganara notoriedad.

Llamó la atención desde el principio lo radical de sus posturas. Nada de eso fue casualidad. Es la estrategia que Corey Lewandowski delineó desde mucho antes del inicio de la campaña. 

“Es tiempo de enviar a Washington a alguien cuya voluntad fundamental sea cambiar el sistema y hacer a América grande otra vez. Solo hay un tipo dispuesto a hacerlo: Trump”, ha dicho Lewandowski a sus entrevistadores.

Uno para el otro

Perteneciente al eje más conservador del partido republicano, contrario al establishment de la política norteamericana, convenció a Trump de llevar al extremo su discurso, enfrentando no solo a los demócratas, sino a los propios republicanos. 

Hasta el momento le ha dado resultado y lo tiene como puntero en la contienda republicana para elegir a su candidato a la Casa Blanca.

El exsenador Bob Smith contrató para su campaña en 2002 a Lewandoski. 

En una declaración recogida por la National Public Radio,  definió la política como un juego de alto riesgo, donde tienes que tomar oportunidades. 

“Si tienes razón luces muy bien, pero si te equivocas, tienes que asumir la culpa”, comentó Bob Smith en aquella ocasión.

Lewandoski se sintió atraído por ello, y esa es probablemente la razón por la que Trump se fijó en él, que Corey no tiene miedo de enfrentarse a lo establecido”.

Un operador no identificado tiene una teoría diferente de cómo surgió la singular sociedad entre Trump y Lewandowski, que en realidad ninguno tenía muchas opciones. 

“Cualquier persona seria en Washington no trabajaría para Trump, porque eso destruiría tu carrera y no volverías a ser respetado por aquí”, comentó la fuente al portal Político.

Hoy, Trump es el gran favorito para quedarse con la candidatura del partido Republicano. El avance de la maquinaria que echó a andar Lewandowski parece ya imparable, y no se vislumbra que haya alguna forma de que los republicanos puedan impedir que este dúo se quede con la candidatura. La suerte está echada. Todo indica que será Trump será el candidato republicano. 

En caso de llegar a la Presidencia se da por un hecho que Lewandowski tendrá un papel central en la Casa Blanca. 

¿Jefe de Gabinete? ¿Director de Prensa? Y en caso de perder, quizá sea el fin de la aventura política para el operador.

Intimidación y amenazas

Según reportes de diversos medios de información en Estados Unidos, la campaña del magnate ha sido especialmente hostil con la prensa. 

El artífice del hostigamiento e incluso de amenazas es el propio Corey Lewandowski.

Muchos periodistas que cubren los eventos de campaña de Trump han acusado a Lewandowski de usar su posición de poder para presionar a la prensa, amenazándolos con retirarles sus acreditaciones y de incluso ponerlos en su llamada lista negra.

La prensa acreditada en los diversos eventos de Donald Trump ha sido meticulosamente controlada por el operador. 

Se les asigna un lugar establecido del cuál no pueden salir durante el evento, a riesgo de ser retirados de la lista de prensa.

Así se sucedió a Noah Gray, reportero de CNN, quien salió del espacio designado para investigar unas protestas entre la multitud asistente. 

Al enterarse de esto, Lewandowski amenazó al periodista de retirarle su credencial si no se quedaba en el espacio previamente establecido.

El último incidente protagonizado por Lewandowski sucedió el pasado martes cuando el gerente de campaña de Trump supuestamente sujetó de manera brusca a Michelle Fields, reportera de ‘Breibart News’ e hizo que casi cayera al piso. La reportera se estaba acercando a Trump para realizarle una pregunta cuando esto sucedió.

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