El voluntario fin del Euro
Más vale actuar antes de que la imposición venga de arriba. Esa parece ser la actitud de los habitantes de la población de Volos, en el centro de Grecia, quienes han rechazado el euro antes de que la divisa común de la eurozona los rechace a ellos.
Apóstolos Arabatzis cuida un negocio de apicultura en las afueras de Volos, y el dinero procedente de las colmenas le ayuda a sobrevivir.
Lo destacable de esta situación no es la miel, sino el dinero que obtiene con su venta.
En lugar de euros, Arabatzis recibe TEMS, abreviatura griega de Unidad Local Alternativa.
Indigo StaffMás vale actuar antes de que la imposición venga de arriba. Esa parece ser la actitud de los habitantes de la población de Volos, en el centro de Grecia, quienes han rechazado el euro antes de que la divisa común de la eurozona los rechace a ellos.
Apóstolos Arabatzis cuida un negocio de apicultura en las afueras de Volos, y el dinero procedente de las colmenas le ayuda a sobrevivir.
Lo destacable de esta situación no es la miel, sino el dinero que obtiene con su venta.
En lugar de euros, Arabatzis recibe TEMS, abreviatura griega de Unidad Local Alternativa.
Una pequeña pero creciente minoría de una decena de aldeas griegas utilizan un sistema alterno de cambio para sobrevivir en tiempos de crisis. El fenómeno atrajo creciente atención entre los temores de que Grecia —sumida en el caos político— se vea obligada a salir de la unión monetaria europea y adoptar nuevamente el dracma.
Volos cuenta con la primera red de TEMS, con 600 miembros y 30 negocios afiliados.
Los miembros aceptan TEMS como pagos por sus bienes y servicios, y los usan para adquirir otros bienes y servicios de otros miembros de la red.
Se trata, en realidad, de una economía de trueque en pleno siglo XXI.
En Volos hay un mercado central al que los productores acuden cada sábado para regatear el intercambio de huevos, jamón y ropa, y pagan con TEMS. Los miembros se inscriben en la red y ofrecen bienes o servicios. El grupo de Volos incluye técnicos en computación, médicos, pintores de casas, agricultores y ganaderos.
Los miembros comienzan con cuentas vacías de TEMS y ofrecen sus bienes y servicios. Además, pueden tomar prestados hasta 300 TEMS.
El TEM se parece a un cheque personal, aunque no se pueden pagar los impuestos o los servicios públicos como la electricidad y el agua con ellos, pero para miembros como Arabatzis, es una manera de seguir viviendo en tiempos de crisis económica.