De 12 a 17 años de prisión extendieron los magistrados brasileños la condena de Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente del país del cono sur quien se encuentra enfrentando su proceso judicial en libertad desde el pasado 8 de noviembre.
Este miércoles, da Silva recibió la sentencia de un tribunal de apelación en la región de Porto Alegre, quienes decidieron agravar la pena original dictada el pasado mes de febrero, la cual imponía 12 años y 11 meses de prisión al exmandatario por delitos de corrupción durante su administración.
Ahora, serán 17 años y un mes los que Lula tendrá que pasar tras las rejas una vez que se agoten todos los recursos legales impuestos por la defensa del representante de izquierda.
Da Silva, quien se mantuvo al frente de Brasil en el periodo 2003-2010, es una de las piezas principales en la triangulación de fondos federales para la renovación de obras públicas realizadas por las constructoras Odebrecht y OAS en el estado de Sao Paulo. Todo esto a cambio de contratos en Petrobras, una residencia y otras firmas estatales.
Luego de casi 8 meses en la cárcel de la región de Curitiba, Lula fue liberado debido a un fallo de la Corte brasileña, que determinó que el acusado sólo puede ser condenado una vez que se agoten todas las instancias de apelación y procesos en su contra.
El expresidente es acusado al menos de cinco delitos federales de corrupción, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito, acusaciones que da Silva insiste en rechazar proclamándose inocente y víctima de manipulación política en su contra.
