Emergencia en Egipto

Las fuerzas de seguridad egipcias arremetieron ayer contra campamentos donde estaban atrincherados manifestantes partidarios del derrocado presidente Mohamed Morsi. 

Policías antidisturbios apoyados por vehículos blindados, topadoras y helicópteros barrieron dos campamentos, lo que desencadenó batallas en las calles de El Cairo y otras ciudades egipcias. Al menos 278 personas murieron en todo el país, muchas de ellos en la represión de los lugares de protesta.

Indigo Staff Indigo Staff Publicado el
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personas resultaron heridas según el Ministerio de Sanidad, que cifró los muertos en 149.
*Fuente: El País.
"Oh, pueblo egipcio, tus hermanos están en la plaza... ¿Vas a permanecer en silencio hasta que se complete el genocidio?”
Mohamed el-BeltagyUn líder de la Hermandad
El toque de queda nocturno decretado afecta a El Cairo y a otras 10 provincias más del país
Islam Tawfiq, un miembro de la Hermandad en la protesta de Ciudad Nasr, dijo que la clínica del campamento estaba llena de cadáveres y que entre los lesionados había niños

Las fuerzas de seguridad egipcias arremetieron ayer contra campamentos donde estaban atrincherados manifestantes partidarios del derrocado presidente Mohamed Morsi. 

Policías antidisturbios apoyados por vehículos blindados, topadoras y helicópteros barrieron dos campamentos, lo que desencadenó batallas en las calles de El Cairo y otras ciudades egipcias. Al menos 278 personas murieron en todo el país, muchas de ellos en la represión de los lugares de protesta.

El vicepresidente, Mohamed El Baradei, premio Nobel de la Paz y líder reformista en el gobierno interino, renunció en protesta por los asaltos, mientras que el gobierno apoyado por los militares impuso un mes de estado de excepción y toque de queda nocturno.

Los enfrentamientos estallaron en otras partes de la capital y otras provincias en momentos en que la ira islamista se propagó en respuesta a la represión a las sentadas de los partidarios islamistas de Morsi, que ya cumplían seis semanas.

Fue el mayor número de muertos en una sola jornada desde el levantamiento que derrocó al autócrata Hosni Mubarak en 2011.

El Ministerio de Salud dijo que 235 civiles murieron y más de 2 mil resultaron heridos, mientras que el ministro del Interior, Mohamed Ibrahim, dijo que 43 policías murieron en el asalto y que los partidarios de Morsi atacaron 21 comisarías de policía, siete iglesias cristianas coptas y asaltaron y ocuparon la planta baja del Ministerio de Hacienda en El Cairo.

La violencia provocó la condena de otros países de mayoría musulmana, así como también de Occidente. El secretario de Estado norteamericano John Kerry dijo que suponía un “duro golpe” a los esfuerzos de reconciliación política en Egipto.

El asalto para tomar el control de los lugares de dos sentadas se produjo después de días de advertencias por parte de la administración provisional que reemplazó a Morsi después de que fue derrocado en un golpe de Estado el 3 de julio. 

Los campamentos en lados opuestos de la capital comenzaron a finales de junio para mostrar apoyo a Morsi. Los manifestantes, muchos de ellos de la Hermandad Musulmana de Morsi, exigían su restablecimiento.

El campamento más pequeño fue despejado con relativa rapidez, pero la policía tardó horas en tomar el control del lugar de la principal sentada, en el distrito oriental de Ciudad Nasr, que está cerca de la mezquita Rabá al-Adawiya, que ha sido el epicentro de la campaña a favor de Morsi. Finalmente, lograron desmantelarla.

Un reportero de la AP vio a cientos de manifestantes mientras abandonaban el sitio de la protesta y llevaban sus pertenencias personales.

Varios altos dirigentes de la Hermandad Musulmana que eran buscados por las autoridades fueron detenidos cuando la policía irrumpió en el campamento cerca de la mezquita, de acuerdo con funcionarios de seguridad y la televisión estatal. 

Entre los detenidos están los líderes de la Hermandad, Mohamed el-Beltagy y Essam el-Erian, y el clérigo radical Safwat Hegazy, todos requeridos por la fiscalía para responder a las acusaciones de incitación a la violencia y de conspirar para matar a manifestantes adversos a Morsi.

El humo obstruía el cielo sobre El Cairo y ardían incendios en las calles, que estaban llenas de varas y lonas carbonizadas después de que las llamas consumieron varias carpas.

Al imponer el estado de emergencia, el gobierno ordenó a las fuerzas armadas apoyar a la policía para “restaurar la ley y el orden y proteger las instalaciones estatales”. El toque de queda nocturno afecta a El Cairo y a 10 provincias más.

El Banco Central de Egipto ordenó a los bancos comerciales cerrar sus sucursales en las zonas afectadas por el caos y los enfrentamientos.

Las emblemáticas pirámides de Giza y el Museo Egipcio también fueron cerrados a los visitantes durante el día como medida de precaución, según el Ministerio de Antigüedades.

Periodistas muertos

Entretanto, en Londres, la cadena británica Sky News informó que su camarógrafo Mick Deane murió por disparos mientras cubría la violencia en Egipto.

Sky News dijo que Deane era parte de su equipo de periodistas que cubrían el miércoles el violento retiro de los campamentos en El Cairo y que el resto de los miembros están ilesos. El director de Sky News, John Ryley, dijo que Deane era un periodista brillante y un mentor para muchos colegas.

Otra reportera de un diario con sede en Dubai también falleció.

Seguirán con ‘mano dura’

En un comunicado, el Ministerio del Interior advirtió que las fuerzas tratarían con firmeza a los manifestantes que actúen “irresponsablemente”. 

Además, dijo que garantizaría el tránsito seguro a aquellos que quisieran irse de los campamentos pero que detendría a quienes fueran requeridos por las autoridades para interrogarlos.

Por su parte, el primer ministro de Egipto, Hazem el Beblawi, defendió los desalojos y la represión alejando que a las autoridades no les quedó de otra opción.

La agitación fue el más reciente capítulo de una amarga disputa entre los partidarios de Morsi y el liderazgo interino que asumió el mando en el país más poblado del mundo árabe tras un golpe de Estado. 

Los militares derrocaron a Morsi después de que millones de egipcios se congregaron en las calles a finales de junio para exigir su renuncia, acusándolo de dar a la Hermandad una influencia indebida y no implementar reformas vitales ni impulsar la economía en crisis.

El golpe provocó protestas similares de partidarios de Morsi después de que él y otros líderes de la Hermandad fueron detenidos en momentos en que las divisiones se profundizaban, lo que asestó un duro golpe a las esperanzas de poner fin a la confusión que siguió a la revolución de 2011 contra Mubarak.

Morsi está detenido en un lugar no revelado. Por lo pronto, Europa llamó a la calma y Ban Ki-Moon también condenó la violencia. Pero la solución aún no se vislumbra.
(Con información de AP)

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