Pese a la decisión del juez federal William Alsup, de la Corte Federal de San Francisco, California, de suspender temporalmente la decisión del presidente Donald Trump, quien pretende dar por terminado el programa de Acción Diferida para llegados en la Infancia (DACA), siguen las deportaciones.
La medida parece inexorable, como lo manifiesta la deportación de Jose García, un mexicano que fue repatriado luego de vivir 30 años en el área de Detroit, donde tenía su empresa y pagaba impuestos.
Este migrante mexicano llegó a suelo estadounidense a los nueve años. Y, apenas pudo trabajar, se convirtió en un ciudadano modelo, formando una familia al lado de Cindy, su esposa, con la que tiene dos hijos menores, y quienes lo acompañaron mientras era custodiado por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), para subir al avión en el aeropuerto de Detroit, a fin de regresarlo a México.
Desde 2009, José García, quien no cuenta con ningún antecedente penal -ni siquiera una infracción vial-, enfrentaba un proceso judicial para evitar la deportación, en la que invirtió más de 125 mil dólares para lograr su estancia legal en aquel país; sin embargo, la decisión final del juez fue la deportación, sin importar la fractura de la familia.
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De acuerdo a la Secretaría de Gobernación (Segob), las deportaciones en la administración del presidente Trump parecen imparables, pues sólo de enero a noviembre del año pasado, fueron repatriados 151 mil 647 mexicanos, la mayoría a través de las fronteras de Baja California, en los puntos de Mexicali y Tijuana.
A partir de que Donald Trump anunció el fin del DACA, en septiembre de 2017, el número de deportaciones ha venido en aumento, pasando de 12 mil 964 que se registraron en julio, a 14 mil 639 en septiembre; 15 mil 777 en octubre; y 16 mil 157 en noviembre, por lo que se estima que las cifras de diciembre podrían haberse incrementado.
Desde que fue puesto en marcha el DACA, durante la administración del presidente Barack Obama, más de 622 mil niños y jóvenes que nacieron en México se beneficiaron con la estancia legal, pero tras el anuncio del fin del citado programa, muchos de ellos se encuentran en riesgo de repatriación.
Los mexicanos no son los únicos que enfrentan esa posibilidad adversa: también en la posibilidad de deportación se encuentran más de 30 mil niños y jóvenes salvadoreños, 19 mil guatemaltecos, 18 mil hondureños, nueve mil peruanos, siete mil coreanos, siete mil brasileños, seis mil ecuatorianos y más de seis mil colombianos.