En peligro de cuarentena
El flujo incesante de refugiados que huyen de la guerra en Siria impone una política de decisiones drásticas, pero el grupo de los 28 Estados de la Unión Europea (UE) sigue paralizado.
Las últimas cifras son contundentes. El viernes 22 de enero por la mañana más de cuarenta migrantes - 42 en el último recuento, incluyendo 17 niños - se ahogaron al borde de una isla griega.
Las dos balsas que les transportaban se hundieron en medio de una tormenta. Venían de Turquía, donde los contrabandistas ajustan el precio del viaje a la medida de la altura de las olas.
Andrea Montes Renaud
El flujo incesante de refugiados que huyen de la guerra en Siria impone una política de decisiones drásticas, pero el grupo de los 28 Estados de la Unión Europea (UE) sigue paralizado.
Las últimas cifras son contundentes. El viernes 22 de enero por la mañana más de cuarenta migrantes – 42 en el último recuento, incluyendo 17 niños – se ahogaron al borde de una isla griega.
Las dos balsas que les transportaban se hundieron en medio de una tormenta. Venían de Turquía, donde los contrabandistas ajustan el precio del viaje a la medida de la altura de las olas.
Ni siquiera en invierno el negocio deja de ser rentable para la mafia que trafica con inmigrantes.
Completamente sola, la guardia costera griega logró rescatar a decenas de sobrevivientes de este naufragio, pero no a todos.
Por otro lado, el gobierno de Turquía dice no tener los medios suficientes para controlar el flujo de refugiados, ni para frenar el negocio de éstas mafias que trafican con el dolor de los que huyen de la guerra.
El flujo ha aumentado a un ritmo mucho más rápido que el del año pasado. El problema para muchos es que Grecia los deja entrar e, inmediatamente, partir desde ahí a cualquier otro lugar de Europa.
Con la crisis migratoria, la UE se comprometió a dar 3 mil millones de euros a Turquía para que pudiera asegurar a los refugiados en su territorio. No obstante, la UE no ha podido cobrar el dinero porque algunos de sus miembros no han siquiera hecho los pagos correspondientes.
Frente al tema de los refugiados, Ángela Merkel está sola en Europa. La canciller alemana es la única que negocia con Ankara, donde el chantaje discreto aflora y no le perdonan haberse opuesto a la entrada de Turquía a la UE.
Incapaz de registrar a los refugiados que llegan por centenares a sus islas, Grecia peligra con sufrir una cuarentena política. Pero retirarla oficialmente del espacio de libre circulación, sería otro fracaso político para Europa.
El destino de Europa se juega en el Mar Egeo
Los Ministros del Interior de la Comisión Europea, se reunieron en Ámsterdam para preparar el marco legal que se mantendrá hasta finales del 2017 e impondrá controles fronterizos, los cuales ya han sido reintegrados por siete países de la zona Schengen, entre ellos Francia y Alemania.
De acuerdo con las últimas cifras de Frontex, 108 mil inmigrantes llegaron a Grecia el mes pasado, eso suma un total de 1.4 millones en el año 2015. La mayoría han seguido la ruta hacia el norte y a hacia Alemania, a través de los Balcanes.
En un par de semanas Francia y Alemania dialogarán con las diferentes partes del problema, para salvaguardar la integridad del espacio de libre circulación (Schengen), que se mantiene como la prioridad en Berlín y París y permitir así, finalmente, que la UE tome el control de sus fronteras externas en el mar Egeo.