El año pasado fue una pesadilla a nivel mundial a causa de la pandemia de COVID-19, este 2021 con tres vacunas ya aplicándose y con otras más en sus últimas fases de pruebas, el panorama parece que será diferente. De acuerdo con especialistas, será el año de la recuperación, tanto de los estragos de salud como económicos que dejó el virus de Wuhan.
De acuerdo con el Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB), el 2021 comienza siendo el año de la esperanza, siempre y cuando los gobiernos mundiales tomen las decisiones correctas para terminar con la desigualdad, ayudar a los más necesitados y no dejarlos fuera de la vacunación.
“2020 ha sido un año de destrucción, pero 2021 podría ser sinónimo de construcción o de reconstrucción. Las noticias sobre nuevos tratamientos y vacunas generarán esperanza y podrían apuntalar señales de recuperación en algún momento de 2021.
“El mundo pre coronavirus ya era profundamente desigual, pero las decisiones que se tomen en 2021 o bien corregirán o bien ampliarán esas desigualdades a múltiples niveles”, concluyen en el análisis que publicaron para este año y que coordinó Eduard Soler i Lecha.
Además de la recuperación por la pandemia, otros temas claves podrían definir el año y el futuro del mundo, tanto conflictos entre países que entraron en tregua por el virus, cambios de gobiernos y problemas sociales internos.
Una muestra de que la cooperación y la gobernanza internacional no pasa por su mejor momento, lo que podría marcar este año, ocurrió el año pasado en el Consejo de Seguridad de la ONU, el cual pese a la pandemia, tardó más de tres meses en emitir la resolución 2532 para conseguir una tregua y mantener la paz en el mundo mientras los contagios continúen.
Esta falta de cooperación se podría trasladar a las vacunas, ya que los países más poderosos del mundo deberán de cooperar para hacérselas llegar a los más necesitados. De acuerdo al CIDOB, esto podría ser muy probable, ya que Estados Unidos y Europa entrarían en competencia con China y Rusia, países que volcaron con provisiones de material sanitario de primera necesidad a los países más pobres durante los puntos más álgidos de la pandemia.
Esta ayuda será de vital importancia, ya que de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), la pandemia ha aumentado la desnutrición, pasado de 83 a 132 millones de personas desnutridas en el mundo. En estas regiones con hambruna, los conflictos sociales y desastres naturales podrían agravar la situación.
“En 2021 las crisis humanitarias pueden agravarse por desastres naturales cada vez más frecuentes y devastadores o con el deshielo de conflictos congelados durante la última mitad de 2020 en el Cáucaso, el cuerno de África o el Sáhara”, agrega en su análisis el CIDOB.
Cambios políticos y sociales tras la pandemia
La derrota de Donald Trump el año pasado y el inicio de la administración de Joe Biden el 20 de enero podría marcar a nivel mundial el inicio del fin de los gobiernos populistas, comenzando por América.
Pese a esto, Biden tendrá que gobernar también para los más de 74 millones de estadounidenses que apostaron por la continuidad de Donald Trump, por lo que la conciliación y la inclusión deberán de ser las prioridades de su gobierno para combatir la polarización en un país de por si dividido a causa de los conflictos raciales, la discriminación de los migrantes y la violencia protagonizada por las armas de fácil acceso.
Una de las políticas que seguramente aplaudirá la comunidad internacional es la voluntad de Biden no solo de reincorporarse al acuerdo de París, si no de ampliar sus compromisos en favor del medio ambiente, los cuales podrán materializarse en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que ocurrirá a inicios de noviembre en Escocia.
Uno de los sectores más golpeados por la pandemia e históricamente es el de las mujeres, por lo que seguramente este año la marea verde que comenzó en Argentina se extenderá por más territorios, las denuncias de acoso, de violencia, de desigualdad laboral y de faltas de oportunidades ya no serán calladas y resonarán en 2021 incluso más fuerte que en 2020.
Finalmente, 2021 será el año de prueba de fuego para la Unión Europea, que con la salida de Reino Unido deberá de transformarse para conseguir la unidad en la zona y enfrentar como bloque las crisis económicas, migratorias y de salud.
“La Unión Europea es, entre muchas cosas, una unión de democracias y de estado de derechos y el reto es impedir y revertir tendencias liberales en su seno.
“También es un espacio de libertad de movimiento y aquí el factor bloqueador es el miedo, encarnado en 2021 por temas tan distintos como el terrorismo, la pandemia y la deficiente gestión de los flujos migratorios”, concluye el CIDOB.