El presidente Barack Obama insinuó el martes que estudiaría si emprende una acción militar estadounidense contra Siria si hubiese “evidencia contundente, efectiva” de que se están usando armas químicas en la guerra civil que lleva dos años.
Entre las posibles opciones que se le presentan figuran la entrega de armas y municiones para los rebeldes sirios.
Pese a esos planes, Obama apeló a la paciencia durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, al alegar que necesitaba evidencias más contundentes sobre cómo y cuándo fueron detectadas las armas químicas por las agencias de inteligencia y quién las utilizó. Si esas preguntas pueden ser contestadas, señaló Obama, podría estudiar las acciones que el Pentágono y la comunidad de inteligencia han preparado en caso de que Siria hubiese cruzado su “línea roja” de usar armas químicas.
Además de la asistencia con armas a los rebeldes, varias agencias del gobierno también tienen planes para establecer “zonas de exclusión de vuelos” sobre el espacio aéreo de Siria y para ataques con misiles dirigidos, dijeron funcionarios allegados a los planes que destacaron que Obama aún no ha decidido llevar a cabo proyecto alguno.
Mientras Obama planteaba la posibilidad de una mayor participación, el líder de Jezbolá dijo el martes que su grupo proiraní estaba dispuesto a intervenir en ayuda del presidente Bashar Assad.
Jezbolá e Irán, aliados de Assad, son acusados por los rebeldes de enviar combatientes en ayuda a las tropas sirias.
Consciente de que cualquier intervención militar en la inestable área del Medio Oriente sería complicada y peligrosa, Obama dejó entrever que EU evitaría tomar una acción unilateral. La posición de Obama disgusta a algunos aliados y legisladores que señalan que la muerte de 70 mil sirios debería ser suficiente para otro tipo de respuesta.
La conferencia de prensa se realizó el martes al cumplirse los primeros 100 días de su segundo mandato. (AP)