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"En todas nuestras escuelas es ilegal tener pistolas en el campus, así que una y otra vez, estos tipos van y disparan en estas pinches escuelas"
Ante el problema de violaciones sexuales que ocurren en las universidades de EU, algunos insisten en que las pistolas servirán para resolverlo
¿La posibilidad de portar armas en la universidad brinda seguridad?
Esta es la premisa con la que la que el Congreso de Texas aprobó esta semana una ley que permite a estudiantes mayores de 21 años, profesores y autoridades llevar pistolas escondidas en las instalaciones de las universidades públicas.
Cuando el gobernador Greg Abbot promulgue la legislación, Texas será la décima entidad de Estados Unidos (EU) en aprobar estas medidas, junto a Idaho, Utah, Colorado, Oklahoma, Arkansas, Misisipi, Virginia, Wisconsin y Michigan.
Los legisladores texanos que aprobaron la normativa argumentaron que permitirá tener campus más seguros, pues los estudiantes y profesores podrán defenderse de agresores.
“No emitimos esta ley para que los portadores de arma con licencia sean héroes en tiroteos masivos”, dijo a CNN el congresista estatal republicano Allen Fletcher.
“En su lugar, esta ley permitirá que los portadores de arma se protejan de situaciones en las que las únicas personas involucradas sean ciudadanos y criminales que intenten hacer algún daño”.
La legislación prohíbe que las personas lleven el arma abiertamente y respeta el derecho de las universidades privadas a decidir.
¿Defensa personal?
Uno de los principales argumentos de quienes defienden este tipo de leyes es que servirán de protección contra criminales solitarios.
De hecho, ante el problema de violaciones sexuales que ocurren en las universidades de EU, algunos republicanos insisten en que las pistolas servirán para que las mujeres se defiendan de sus agresores.
“Si estás jóvenes y sexys muchachas del campus tienen un arma, me pregunto qué harán muchos hombres que quieran atacarlas. Los abusos sexuales que están ocurriendo disminuirán una vez que estos depredadores sexuales reciban una bala en la cabeza”, declaró la congresista de Nevada Michele Fiore a The New York Times.
Incluso, el actor Vince Vaughn expresó en una entrevista con la revista GQ que todas las escuelas deberían permitir pistolas para evitar tiroteos.
“En todas nuestras escuelas es ilegal tener pistolas en el campus, así que una y otra vez, estos tipos van y disparan en estas pinches escuelas porque saben que no hay armas ahí. Son unos monstruos que asesinan a niños de seis años”, manifestó.
“Prohibir las armas es como prohibir los tenedores en un intento de evitar que la gente engorde. Remover las armas, las drogas y el alcohol no quitará la criminalidad del mundo”.
Se dispara el peligro
A pesar del argumento conservador, los críticos del porte de armas afirman que no es necesario llevar pistolas a la universidad.
Un estudio de la FBI analizó 160 tiroteos activos que resultaron en 486 muertes entre 2000 y 2013.
De esos tiroteos, sólo tres por ciento terminaron gracias a civiles armados que confrontaron al culpable, pues los demás concluyeron con el suicidio del atacante, con el apoyo de la policía o con la ayuda de civiles desarmados.
Además, más de dos tercios de los incidentes ocurrieron en sitios donde se permiten armas.
“De hecho, tienes menor probabilidad de morir asesinado en un campus escolar que en el resto de la población”, escribió en Politico Matt Valentine, profesor de la Universidad de Texas en Austin que se opone al porte de armas en escuelas.
Una encuesta publicada el año pasado en The Journal of American College Health mostró que 95 por ciento de los presidentes de las universidades se oponen a permitir pistolas en el campus porque pueden derivar en accidentes.
Las propias víctimas y deudos de tiroteos escolares exigieron a los legisladores texanos no usar sus experiencias como excusas para racionalizar “malas políticas”.
“Hemos reproducido una y otra vez en nuestras mentes los horribles eventos que nuestras familias experimentaron y rechazamos la noción de que permitir el porte de armas haga a las universidades más seguras”, escribió en una carta el grupo Everytown for Gun Safety.
“Para quienes sobrevivieron, fue la situación más intensa, estresante y caótica jamás experimentada, y añadir más armas a esas situaciones sólo sería hacer las cosas más peligrosas para todos”.