Argentina enfrenta una decisión esencial: acordar el presupuesto económico del siguiente año con la ayuda del préstamo que el presidente Mauricio Macri le pidió al Fondo Monetario Internacional (FMI).
En la Cámara de Diputados se dialogó el proyecto, el cual incluye una fuerte reducción del gasto y alzas de impuestos destinadas a lograr el equilibrio fiscal. Además, se prevé una contracción de la economía del 2.4 por ciento durante este año y del 0.5 por ciento el próximo, con una inflación de 42 por ciento en el 2018 y de 23 por ciento el año siguiente.
A puerta cerrada, la sesión comenzó desde las 11:00 de la mañana (hora local) con los 129 diputados necesarios: 106 legisladores del partido Cambiemos; 13 del interbloque Argentina Federal; cuatro diputados de San Luis, uno del Frente Renovado, otro del Partido Intransigente de Mendoza, uno más del PJ Mendocino, y tres de Evolución Radical.
Mientras que los diputados tomaban su decisión, múltiples manifestaciones se hicieron presentes en la capital argentina, fuera del Congreso, aumentando la tensión en torno a la discusión que definirá su estabilidad económica.
Integrantes de Barrios de Pie, Partido Obrero y Movimiento Social de Trabajadores protestaron contra la iniciativa con el lema “No al presupuesto”.
En declaraciones frente al Congreso, Alejandro Amor, defensor del Pueblo de la Ciudad, calificó a los manifestantes como grupos de pequeños delincuentes.
Por su parte, el diputado opositor Agustín Rossi, del Frente, aseguró que era un grave error que los diputados siguieran sesionando mientras la policía atacaba con balas de goma a los manifestantes.
Pese a la violencia, algunos analistas compartieron que el presupuesto verá la luz.
Antes de los disturbios, el gobierno esperaba la media sanción de los diputados durante la noche. Pero cuando el proyecto esté listo, deberá pasar por la Cámara de Senadores para que el presupuesto sea presentado a los líderes del G20, en Buenos Aires, se declaró inocente de los cargos de lavado de dinero, ser líder de una organización criminal y de efectuar homicidios y secuestros. Pero de ser declarado culpable en un juicio que se calcula durará meses, enfrentaría una cadena perpetua.