Escocia sigue en espera de la independencia
Con la posible victoria del Partido Nacional Escocés tras las elecciones parlamentarias, se espera que el gobierno de Nicola Sturgeon comience a lanzar un referéndum para deslindarse de RU, un compromiso que le costará tiempo, pues necesita convencer a su homólogo británico para autorizarlo
Fernanda MuñozLa jornada electoral en Escocia terminó y hoy comienza el conteo de votos, una actividad que, se prevé, no acabe sino hasta mañana, cuando se anuncie el nombre del partido que consiguió la mayoría de escaños en el Parlamento de Holyrood.
Actualmente, es el Partido Nacional Escocés (SNP) el que lidera el gobierno con 61 lugares. Sin embargo, con estas elecciones, su objetivo es llegar a los 79, o al menos rebasar los 65, para seguir representando a los escoceses con Nicola Sturgeon como su primer ministra.
De acuerdo con las últimas encuestas, mientras que la firma YouGov informó que el grupo líder obtendrá 70 escaños tras el conteo de votos, otras empresas como Survation señalaron que no conseguirá más de 66.
Esos partidos son el Partido Verde Escocés y Alba, este último representado por Alex Salmond, un político que recientemente quedó absuelto tras ser acusado de acoso y hostigamiento sexual.
Antes de que se celebrara esta jornada electoral, la principal promesa de Sturgeon era que, si su partido llegaba a una mayoría absoluta, ella se encargaría de lanzar un nuevo referéndum para independizar a su país de Reino Unido (RU).
Con ello, su objetivo es que, al distanciarse de los británicos, su Estado pueda volver a la Unión Europea (UE), al bloque al que Reino Unido decidió alejarse desde 2016 con la aprobación del Brexit.
En 2014, 55 por ciento de los escoceses decidieron, a través de un primer referéndum, no independizarse de RU, sólo porque así seguirían siendo parte del bloque de los 27.
Ante la promesa de la ministra, Dora Isabel González Ayala, internacionalista y académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, comparte que Sturgeon se alineó con este discurso con el fin de tener más probabilidades de ganar los escaños y que el SNP siga liderando en Escocia.
“Su propósito aún no es lograr esa independencia por parte del partido, sino que a través de ese discurso independentista ellos mantengan mayoría de escaños en el Parlamento y gubernamentalmente les pueda ayudar a exigir otro tipo de aspectos que beneficien a Escocia”, dice González Ayala.
Un referéndum lento en Escocia
Entre los principales personajes que no ven con tan buenos ojos la independencia escocesa, está el primer ministro británico, Boris Johnson.
Para él, este no es un buen momento para que Escocia se deslinde de RU, pues apenas están comenzando a salir de la pandemia por COVID-19 y de la crisis que esto ha conllevado.
“Creo que la mayoría de la gente piensa que no es este el momento, justo cuando salimos de la pandemia, para emprender una temeraria, y a mi juicio irresponsable, nueva consulta”, señaló.
Marta Ochman, investigadora y catedrática del Tecnológico de Monterrey, asimila ante este escenario que, aunque es probable que la primer ministra, Nicola Sturgeon, sí logre un segundo referéndum, a corto plazo es casi imposible que lo ejecute y su país se deslinde del RU.
Como el gobierno escocés necesita la autorización de la administración británica para lanzar un referéndum, se espera que, cuando Sturgeon tenga un gobierno consolidado tras darse a conocer los resultados electorales, sea ella misma quien se dirija con Johnson para abordar el tema.
Al respecto, la catedrática Marta Ochman señala que, al llegar ese momento, se verá sin duda una tensión interna dentro del RU, pero además, intentos por parte de la administración británica para sacar ventajas, en el sentido de brindar una mayor atención a Escocia con el único fin de disminuir el apoyo a la independencia.
Por ahora, se espera ver cuál será la reacción de Boris Johnson frente a la posible victoria del SNP en Escocia, y su planteamiento en su próxima relación con su homóloga escocesa.