Las muertes en Estados Unidos por el uso de armas continúan. En lo que va del año, la organización Gun Violence Archive registró nueve mil 541 fallecimientos por heridas de bala, 18 decesos fueron en tiroteos masivos.
El pasado domingo entraron a la lista tres nuevos nombres luego de que David Katz, originario de Baltimore, disparara a quemarropa a la multitud que presenciaba el Torneo Madden 19, en Jacksonville, Florida, para luego pegarse un tiro él mismo tras perder uno de los partidos.
De acuerdo con la organización, tan sólo del 25 al 27 de agosto se reportaron 67 asesinatos en Estados Unidos por el uso de armas de fuego.
Pese al problema creciente que vive el país por la legalidad en la venta y compra de armas, el Congreso aún no tiene previsto aprobar leyes más estrictas que controlen el armamento.
En 1994, Bill Clinton firmó una carta en la que aprobaba la prohibición de la fabricación, posesión y venta de ciertas armas estilo combate.
La ley conocida como “Prohibición de armas de asalto” venció en 2004 y no fue renovada por George W. Bush.
El intento de asesinato del presidente Ronald Reagan en 1981, contribuyó a que la aprobación del control de armas en Estados Unidos se agilizara. Durante la década de los 80, una gran parte de los republicanos cabildeó para limitar el acceso a las armas más letales.
Sin embargo, casi 37 años después sólo el 45 por ciento de los independientes y el 29 por ciento de los republicanos y el 71 por ciento de los demócratas respaldan la prohibición de armas, de acuerdo a ABC Internacional.
En el texto Epidemia de Violencia en Estados Unidos que Reporte Índigo publicó el pasado 16 de febrero, se reveló que en los últimos años la fabricación de armas en Estados Unidos ha aumentado. Pasando de 3.5 millones de 1996 a 2005, a 6.7 millones del 2006 al 2015.