Este viernes, funcionarios federales de salud de Estados Unidos informaron que la cifra de niños muertos a causa de la hepatitis infantil aguda había aumentado a 6, mientras la causa de contagio sigue siendo de origen desconocido.
A inicios de esta semana, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) informaron que se encuentran investigando si los 180 casos identificados en 36 estados y territorios del país representaban un aumento.
Lo anterior, debido a que aún están tratando de confirmar si el incremento del número de casos de hepatitis en niños es real o si se ha revelado un patrón existente gracias a una mejor detección de los contagios.
Sin embargo, la principal hipótesis sobre el creciente número de casos sigue siendo una variante del virus llamada adenovirus tipo 41, ya que alrededor de la mitad de los niños diagnosticados en los últimos meses estaban infectados con éste.
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Además, en Reino Unido, la Agencia de Seguridad de la Salud confirmó 197 casos e indicaron que el adenovirus era el virus más comúnmente identificado en los niños.
No obstante, el 15 por ciento, de los menores contagiados tenían COVID-19 en el momento de la admisión al hospital o alrededor de esa fecha, de acuerdo con la agencia de noticias Bloomberg.
De esta forma, además del adenovirus tipo 41 los CDC investigan otros factores, tal como infecciones previas de COVID-19, así como otros patógenos, medicamentos y factores de riesgo, de acuerdo con la agencia AFP.
Por este motivo, otra de las teorías es que el brote está relacionado con el confinamiento por el coronavirus, lo cual pudo haber provocado que los casos se detuvieran o que la falta de exposición a los patógenos hizo que los sistemas inmunes de los niños fueran más susceptibles.
