Finalmente, el gobierno del presidente Donald Trump, dio a conocer, de manera oficial, los objetivos que buscará una vez que inicié la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá.
“Ya no vamos a permitir que otras naciones rompan las reglas, roben nuestros empleos y drenen nuestra riqueza”, afirmó Trump durante una reunión en la Casa Blanca. Minutos después, la Oficina del Representantes de Comercio lanzó un comunicado con los objetivos.
Además de reducir el déficit comercial, el gobierno de Trump quiere incluir en el acuerdo un capítulo sobre economía digital, fortalecer las obligaciones en materia ambiental y laboral, y enmendar las reglas de origen para que un volumen mayor del intercambio sean productos de Estados Unidos.
La Casa Blanca puso el énfasis en el comercio después de que otros temas planteados durante semanas, como la energía, capacitación laboral e infraestructura, no suscitaran mucho interés debido a que la atención se ha centrado en las pesquisas relacionadas con Rusia.
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Los nuevos objetivos del TLCAN, un requisito para comenzar las negociaciones sobre la actualización del acuerdo en los próximos 30 días, contienen los primeros puntos específicos del gobierno de Trump.
Los partidarios del TLCAN afirman que el tratado permitió a las compañías vender a mejores precios sus productos, desde vehículos hasta aspiradoras, en beneficio de muchísimos consumidores estadounidenses.
El presidente señaló que solo busca la igualdad de condiciones para las compañías y los trabajadores estadounidenses, aunque “si esas condiciones se inclinan un poco hacia nosotros, yo también las aceptaría”.
Pero el presidente tiene un discurso ambiguo respecto del comercio global. Su marca de ropa depende de trabajadores con bajos salarios en el extranjero, y lo mismo ocurre con la línea de modas de su hija Ivanka Trump.
La firma de Ivanka Trump continúa fabricando sus productos en el extranjero. Su abogada, Jamie Gorelock, dijo el lunes en un comunicado que la hija del presidente “ha renunciado a la compañía, no controla las operaciones de la firma, y se le ha advertido que no puede solicitar al gobierno actuar en un asunto que implique la marca en ninguna manera, lo que le limita su capacidad de intervenir personalmente”.
Trump ha censurado los déficits comerciales y los describe como un obstáculo para la economía estadounidense porque conllevan el envío de dinero al exterior. Sin embargo, el saldo comercial negativo del país disminuyó de 762.000 millones de dólares en 2006 a 505.000 millones en 2016, debido principalmente a que los estadounidenses redujeron su consumo durante la Gran Recesión.