Él no pudo

La llegada de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos en 2008 derramó un mar de esperanzas luego de dos catastróficos mandatos de George W. Bush.

Los ocho años de la presidencia del demócrata esparcieron mucha confianza, y sin embargo, hay cuatro temas cuyo balance al final de su mandato fueron más bien decepcionantes.

Andrea Montes Renaud Andrea Montes Renaud Publicado el
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30,000
personas mueren cada año por armas de fuego en Estados Unidos
La aparición del movimiento Black Lives Matter mostró tanto la impotencia, como la falta de acción de Obama para hacer frente a la injusticia racial en su país
The New York Times señaló que el nuevo Congreso dominado por los republicanos tiene una sola intención: la seguridad del país desmantelando la política más importante adoptada por la administración de Obama, su ‘Obamacare’
“El hecho es que ObamaCare era una mentira desde el principio. ¡Mantenerte médico, guarda tu plan! (…) Es tiempo para que los republicanos y demócratas se reúnan y elaboren un plan de atención médica que realmente funcione y que sea mucho menos caro”
Donald TrumpPresidente electo de EU

La llegada de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos en 2008 derramó un mar de esperanzas luego de dos catastróficos mandatos de George W. Bush.

Los ocho años de la presidencia del demócrata esparcieron mucha confianza, y sin embargo, hay cuatro temas cuyo balance al final de su mandato fueron más bien decepcionantes.

Pues antes de ser secuestrado por el Congreso y los obstáculos inherentes a Washington, y a una sociedad estadounidense profundamente dividida, su propia determinación de forjar compromisos, dejaron que sus oponentes se beneficiaran.

Con mayoría en el Congreso, sumado al apoyo procedente de Donald Trump, los legisladores republicanos tienen la intención de poner en marcha “el programa más ambicioso de medidas conservadoras desde la década de 1920”, según la prensa estadounidense.

Pues habiendo sido frenados durante años y viendo sus acciones bloqueadas por la Casa Blanca de Barack Obama, ahora, los republicanos del Congreso en Washington se preparan para aprobar un paquete de medidas conservadoras de una ambición sin precedentes destinada a desmantelar el legado de uno de los políticos más populares en la historia de Estados Unidos. 

A 14 días de su salida de la Casa Blanca, su “Yes, We Can” -sí podemos-, se desvanece, para convertirse en un “No, él no pudo”, a la sombra de Donald Trump, que junto con su partido, está convencido de destruir su huella. 

Entonces, ¿qué balance hacer de la administración Obama?

Obama prisionero de Guantánamo

El cierre inmediato del campo de prisioneros de Guantánamo fue una de las primeras promesas de campaña que hizo el entonces candidato Obama. Sus dos mandatos no le permitieron sostenerla.

Y es que, el decreto firmado justo después de su investidura chocó violentamente con la realidad de esos prisioneros, que fueron detenidos fuera de la ley estadounidense y del derecho internacional.

Pasividad frente Bashar al-Assad

En agosto de 2012 Obama estableció con el presidente sirio, Bashar al-Assad, una “línea roja a no ser cruzada”: cualquier uso de armas químicas contra su pueblo sería castigado con represalias. 

Un año más tarde, el régimen sirio atacaría con gas un distrito rebelde de Damasco, causando la muerte de mil 300 personas. 

París presionó a Washington para intervenir, pero Obama se contentó con un acuerdo de desarme químico alcanzado por los rusos. 

Los estadounidenses habían dado a conocer su juego. Sin embargo, para entonces los rusos ya habían empezado a bombardear a los rebeldes y a dictar los términos de la paz. 

Siria se convirtió en el símbolo de la pasividad de la administración de Obama, incapaz de fijar soluciones diplomáticas.

Una Norteamérica más racista

El símbolo de un jefe de Estado de raza negra no cambió en lo absoluto la discriminación sufrida por los afroamericanos en términos de vivienda, empleo, salud, educación y justicia. 

Si bien Obama se enfiló políticamente dentro de la línea de una América convencida de que la igualdad y los derechos civiles obtenidos en los años 60 significaba también la igualdad de oportunidades, las redes sociales y la proliferación de videos de asesinatos de jóvenes negros desarmados por parte de la policía revelaron un grave problema dentro de la sociedad, hasta ahora desconocido. 

La aparición del movimiento Black Lives Matter mostró tanto la impotencia, como la falta de acción de Obama para hacer frente a la injusticia racial en su país. A pesar de su popularidad, la comunidad afroamericana quedó profundamente decepcionada respecto a estos temas.

Control de armas

Alrededor de 30 mil personas mueren cada año por armas de fuego en Estados Unidos. 

Bajo el mandato de Obama, los estadounidenses experimentaron más asesinatos en masa, que bajo la administración de George W. Bush. 

Después de la matanza en la escuela primaria Sandy Hook, que en 2013 cobró la vida de 28 personas, entre ellas 20 niños, Barack Obama encabezó una ofensiva política para conseguir un control de armas más estricto.

No obstante, el presidente se enfrentó a un Congreso dirigido por los republicanos que se negaron a negociar. 

Y es que, el bloque opositor de Obama permaneció apoyado en la famosa Segunda Enmienda, que garantiza el derecho a poseer armas. Y los decretos presidenciales hechos en el 2016 para una verificación de los antecedentes de los compradores, están muy lejos de detener la proliferación actual. Dichos decretos serán cancelados por su sucesor.

Por lo que su legado pende de su última batalla, que el presidente demócrata puso en marcha esta semana en el Congreso: Obama trató de convencer a sus partidarios de luchar duro para evitar que su principal reforma y legado, el Obamacare, sea derogada por la administración de Trump.

Pues como lo señaló The New York Times, este nuevo Congreso dominado por los republicanos tiene un sola intención: “dejar su huella en todas las facetas de la vida norteamericana”.

Es decir: en la seguridad del país, modificando las reglamentaciones laborales, el medio ambiente y, sobre todo: el desmantelamiento de la política más importante adoptada por la administración de Obama, su “Obamacare”.

El dato

La reforma sanitaria Obamacare entró en vigor en 2013. Proporciona cobertura de salud a más de 20 millones de estadounidenses sin seguro médico e impide la creciente alza en los precios de la atención primaria.

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