El Gobierno estadounidense decidió poner sanciones a negocios y empresarios rusos por participar en ataques cibernéticos y ayudar a los servicios de espionaje y militares de Rusia con “actividades maliciosas”.
El Departamento del Tesoro informó que impuso sanciones a cinco empresas y a tres ejecutivos rusos y promulgó una orden ejecutiva con el objeto de castigar el hackeo de sistemas computarizados en Estados Unidos.
Las sanciones congelarían los bienes que los rusos podrían haber tenido en jurisdicciones estadounidenses, y prohibiría que hagan negocios con ellos.
“Estados Unidos es parte de un esfuerzo continuo para contrarrestar actores maliciosos que ayudan a la Federación Rusa y sus militares y unidades de inteligencia a aumentar sus capacidades cibernéticas”, aseguró Steven Mnuchin, secretario de Tesoro a través de un comunicado de prensa.
Agregó que las sanciones establecidas por su país se enfocaban en entidades que han contribuido directamente a mejorar el potencial cibernético y submarino que pone en riesgo la seguridad de Estados Unidos y de sus aliados.
El comunicado argumentó que las represalias eran una respuesta a una cantidad de ataques cibernéticos que se han dado anteriormente, como el ataque Petya del año pasado, así como intromisiones a la red de energía estadounidense y a la infraestructura de redes.
“Rusia ha estado rastreando cables bajo el mar por donde se transmite la mayor cantidad de información de telecomunicaciones del mundo”, señala el comunicado.