El día de ayer comenzaron las deportaciones masivas de refugiados y migrantes de Grecia a Turquía, provocando un giro en la política de la Unión Europea para enfrentar la crisis migratoria.
Los primeros expulsados partieron en tres ferris de las islas griegas Lesbos y Quíos rumbo a la ciudad turca de Dikeli.
Fueron en total 202 personas se encontraban a bordo de los transportes, en su mayoría ciudadanos paquistaníes.
Sin embargo, la aplicación de las medidas migratorias, hasta el momento han resultado contrastantes con la realidad.
Tan solo en las 48 horas previas al inicio de la expulsión, más de 800 refugiados arribaron a costas griegas.
Por otra parte diversos organismos humanitarios en el mundo se han opuesto al proceso de expulsión e incluso se ha puesto en duda la legalidad de las medidas.
La Unión Europea y Turquía habían acordado el pasado 7 de marzo un pacto para intentar frenar el éxodo de refugiados a los países europeos.
El acuerdo establecía la devolución a Turquía de todos los extranjeros que lleguen de manera ilegal a territorio griego, incluso los sirios.
A cambio, la Unión Europea se compromete a traer desde Turquía a un número de refugiados equivalente a las expulsiones.
Además, la Unión Europea incrementará los 3 mil millones de euros destinados para la atención de los refugiados, se eliminará el visado a los ciudadanos turcos para ingresar a la Unión Europea y se avanzará el proceso para sumar a Turquía a la comunidad europea.
El pacto implica que todo refugiado llegado a partir del 20 de marzo será detenido. Se le ofrecerá el trámite de asilo y en caso de ser rechazado será devuelto a Turquía.
El gobierno turco ha manifestado que todos los refugiados sirios que le sean devueltos por la Unión Europea serán trasladados a un campamento al lado de la frontera con Siria. Y que está negociando con los países de origen del resto, para poder repatriarlos.
Dicho pacto entró en vigor el pasado 20 de marzo, y aunque el primer ministro griego Alexis Tsipras había vaticinado que el país helénico estaría listo para comenzar las expulsiones 24 horas después, los griegos han tenido diversas dificultades para implementarlo.
Grecia soporta la presión
Grecia, socio más frágil de la Unión Europea, ha tenido que soportar la presión que le genera el atravesar por una de sus mayores crisis económicas mientras intenta lidiar con la llegada masiva de refugiados a su territorio.
Estimaciones indican que hay más de 50 mil refugiados se encuentran varados en territorio griego, por lo que el gobierno de aquel país no estaría preparado para dar condiciones dignas a estas personas.
Las cifras de la crisis
El éxodo migratorio que está azotando a Europa en los últimos años es ya considerada la mayor crisis humanitaria en el continente desde la Segunda Guerra Mundial.
La crisis surgió por el creciente número de refugiados y solicitantes de asilo que llegan a los países miembros de la Unión Europea, procedentes de países de Oriente Medio, África, los Balcanes y el sur de Asia.
Una gran parte de esta población se ha visto forzada a desplazarse de sus países de origen, ya se porque dichas naciones están en medio de conflictos bélicos, por persecución, por pobreza o por violaciones a sus derechos humanos.
Siria, que se encuentra en medio de una cruenta guerra civil, ha sido el con mayor número de desplazados desde que estalló el conflicto en 2011. Se estima que cerca de la mitad del total los refugiados son sirios.
Además, según cálculos, más de la mitad de la población de Siria se ha visto obligada a desplazarse, la gran mayoría fuera del país, y una parte en el interior.
La Unión Europea ha tratado de enfrentar el problema con medidas tales como el reparto de refugiados para mitigar el impacto en Italia y Grecia, principales puntos de entrada, así como con ayudas económicas a los países vecinos de Siria, sin embargo la crisis está lejos de ser resuelta.
Tan solo en lo que llevamos de este año, se estima que más de 150 mil refugiados han logrado entrar a territorio Europeo, y casi 500 han perdido la vida ahogados en el intento.
En 2015, el peor año de la crisis humanitaria, más de un millón de refugiados llegaron a Europa. Y según cifras oficiales fueron 3 mil 770 muertos durante la travesía, aunque esta cifra podría ser mayor.