Fascismo 2.0

En los últimos años, la extrema derecha en Europa ha mostrado un crecimiento preocupante.

Tanto, que Bruselas alertó recientemente del auge de determinados partidos con un patrón común: el odio contra el multiculturalismo.

Nicole Muchnik, periodista y escritora, alertaba en un artículo de enero de este año publicado en El País sobre el fenómeno. Su conclusión: “la enfermedad es la misma (que la del nazismo con el antisemitismo), sólo cambia el chivo expiatorio”.

La diferencia es que ahora ese chivo expiatorio es mucho más amplio, ya que no sólo es el islam, sino la inmigración en sentido amplio. Llegando a ser, en algunos casos, prosionista, como en el caso de Breivik, el asesino de Oslo.

En total, 32 representantes de partidos xenófobos lograron obtener un escaño en las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 2009.

El cóctel es explosivo. Estas tendencias, en un contexto de crisis y austeridad, agitadas por partidos o por medios de comunicación, pueden derivar en nacionalismos exacerbados.

Además se teme que promuevan un particular sentido de la propiedad por el cual, cada individuo que lo adquiere, se considera dueño y señor de un territorio o un país.

Ante este panorama, la educación se convierte en un elemento determinante para frenar simpatías que parecen haber olvidado las lecciones del trágico siglo 20.

Noruega

Partido del Progreso. Su actual líder es Siv Jensen. Su programa en 2009 se centraba en lo que consideraban “la islamización galopante”, pero el porcentaje de musulmanes era muy bajo: solo el 1,6 por ciento de la población. Ese año fue la segunda fuerza política en votos y en escaños. Breivik, el asesino de Oslo, era ex militante de este partido.

Suecia

Partido de los Demócratas de Suecia. Su presidente es Jimmie Âkesson. Su ideología política oscila entre el socialconservadurismo, el nacionalismo, el anticomunismo, y el Euroescepticismo. Tiene representación en el parlamento desde 2010, cuando obtuvo los votos necesarios bajo el lema “Mantengamos una Suecia sueca”. Ganó 20 escaños.

Austria

Partido Unión por el Futuro (BZÖ). El presidente es Josef Bucher. En 2008 consiguió el 11 por ciento de los votos. Su antiguo líder y fundador, Jörg Haider, estaba en contra de la inmigración.

Finlandia

Partido de los Auténticos Finlandeses. Su líder es Timo Soini. En 2011 se convirtió en la tercera fuerza política del país con 34 diputados más que en 2007. Se opone a los rescates financieros en la Eurozona, al aborto, al matrimonio gay y quiere políticas antiinmigratorias severas.

Holanda

Partido de la Libertad. Su líder es Geert Wilders, muy controversial por sus declaraciones antiislamistas. En 2009 se colocó como segunda fuerza política en las elecciones al parlamento europeo. Enfrenta un juicio por incitar al odio racial al calificar al Corán de libro “fascista”.

Francia

El Frente Nacional. Con Marine Le Pen a la cabeza, ha batido récords de votos en la primera vuelta de las presidenciales francesas de 2012 -18 por ciento- y se ha convertido en la tercera fuerza política del país.

Se le considera un partido xenófobo y nacionalista.

Italia

Liga Norte. Fundado por Umberto Bossi. En las regionales de 2010 tuvo más del 10,2 por ciento de los votos. Algunos de sus miembros han defendido a Breivik.

Hungría

Movimiento por una Hungría Mejor. Obtuvo el 17 por ciento de los votos en 2010. Tiene su propia organización paramilitar y se define a sí mismo como cristiano y patriota.

Dinamarca

Partido Popular Danés. Su presidente es Pia Kjærsgaard. Su programa también se basa en querer reducir la inmigración al máximo posible y en un rechazo frontal al islam. Kjærsgaard ha sido acusado de proteger a organizaciones neonazis como Combat 18 o Blood&Honour. En las últimas elecciones, en el 2007, fue el tercer partido más votado y obtuvo 25 escaños.

Grecia

Amanecer Dorado. Los sondeos auguran que en las próximas legislativas este partido contaría con entre el 4 y el 5 por ciento de las intenciones de voto. Su portavoz, Ilyas Panayotaros, dice cosas como estas: “Todos los problemas de Grecia son culpa de los inmigrantes. Son parásitos y criminales. Cuando gobernemos, los deportaremos y blindaremos las fronteras con minas y vallas electrificadas”.