Hoy existen dos Palestinas. Una, en la Franja de Gaza gobernada por el grupo islámico Hamas –considerado terroristas por varios países–, vive una tensa y endeble paz después acordar con Israel el cese a las hostilidades tras ocho días de guerra.
La “otra” está en Cisjordania y goza de una mejor posición política al estar bajo el mandato de la autoridad Palestina, con Mahmud Abbas como presidente.
Ayer, la nación palestina gobernada por Abbas recibió un importante espaldarazo en la búsqueda de su reconocimiento ante Naciones Unidas.
El mandatario palestino presentará la candidatura en la sede del organismo internacional para obtener el estatus de “Estado observador no miembro”.
España y Francia confirmaron que votarán a favor de la resolución que beneficiará a la nación árabe.
Los franceses se convirtieron en la primera potencia europea y miembro permanente del Consejo de Seguridad en respaldar a Palestina en las votaciones.
El anuncio se dio en voz del ministro del Exterior, Laurent Fabius, ante la Cámara Baja.
España, por su parte, confirmó su postura a través de fuentes gubernamentales, publicó el diario El País.
El mandatario español Mariano Rajoy se declaró partidario de una “solución negociada, justa, global y duradera” al conflicto de Medio Oriente”, con “dos Estados que conviven en paz, seguridad y prosperidad”.
Faltará ver de qué manera reaccionarán los detractores del reconocimiento palestino como Estados Unidos e Israel.
En el pasado, los norteamericanos bloquearon las peticiones de integración completa de Palestina a Naciones Unidas.
Israel, a través de su embajada en Madrid, advirtió que los países que voten a favor de la resolución verán reducida su influencia en futuras negociaciones.
Así mismo, ayer terminó la recolección de muestras de los restos de Yasser Arafat, exlíder de Palestina.
Arafat, carismático fundador del nacionalismo palestino, murió en noviembre de 2004, después de enfermar de manera repentina y bajo circunstancias que no quedaron totalmente claras, informó AP.
Un instituto suizo de radiofísica descubrió altos niveles de polonio en las pertenencias de Arafat, lo que hizo suponer que la causa de su muerte fue por envenenamiento.
La cadena Al Jazeera informó que a los científicos involucrados en la investigación les tomará meses terminar con el análisis y determinar si fue o no asesinado. Muchos partidarios del fallecido líder sostienen que Israel estuvo detrás de su deceso.
