Si la Presidencia de Hugo Chávez estuvo nutrida de declaraciones que hicieron eco en muchas partes del mundo, ya sea por ser polémicas o por tener un alto impacto, Nicolás Maduro no se ha quedado atrás.
Maduro se hizo cargo de la Jefatura de Estado venezolana de manera de facto desde diciembre, cuando el comandante tuvo que viajar a Cuba para tratarse el cáncer.
Ya investido de manera oficial como presidente encargado después de la muerte del líder bolivariano, no ha perdido el tiempo y ha emitido fuertes aseveraciones, dirigidas sobre todo a Estados Unidos.
Primero acusó a los “enemigos históricos” de estar detrás de la enfermedad del fallecido mandatario.
“Nosotros no tenemos ninguna duda de que los enemigos históricos buscaron el punto para dañar la salud de nuestro comandante”, dijo el entonces vicepresidente en una entrevista para Telesur.
“Ya tenemos bastantes pistas sobre este tema y tendrá que ser investigado por una comisión especial de científicos”, agregó.
En dicha presentación ante los medios, recordó el caso del líder palestino Yasser Arafat, quien murió después de enfermar de manera repentina en noviembre de 2004 y cuyo deceso es aún investigado por un grupo de médicos.
También aseguró que, después del nombramiento del Papa Francisco como primer pontífice de América Latina, Hugo Chávez “ascendió hasta esas alturas” e influyó para que el cónclave tomara tal decisión.
La declaración más reciente del antiguo canciller de Venezuela fue que está totalmente convencido de que Otto Reich y Roger Noriega, dos exfuncionarios norteamericanos, planean asesinar al candidato de oposición Henrique Capriles y culpar al oficialismo para desestabilizar el país.