El arsenal de armas encontrado en el domicilio de un yihadista francés estaba listo para causar un ataque similar al del 13 de noviembre en París, de acuerdo con el fiscal de París, François Molins.
En conferencia de prensa, explicó ayer que en el departamento que Reda Kriket, ciudadano francés de 34 años, alquilaba con una “falsa identidad” desde el verano del 2015 al noroeste de París, había al menos cinco kalashnikovs, siete armas cortas, 1.3 kilos de explosivos, 500 gramos de peróxido de acetona —el producto químico que los miembros del Estado Islámico utilizaron en los ataques de París y Bruselas— y un laboratorio clandestino.
“La evidencia muestra que se trataba de los preparativos para una acción terrorista inminente igual o peor que la del 13-N”, afirmó el fiscal de París, François Molins.
Además de una cantidad considerable de productos químicos, incluyendo ácido y tres botellas de peróxido de hidrógeno y acetona, se encontraron cuatro cajas de cartón llenas de bolas de acero con detonadores listos para su uso, nueve teléfonos nuevos y cinco pasaportes franceses robados.
“A estas alturas de la investigación todo nos lleva a pensar que, con la detención de Reda Kriket la semana pasada, hemos impedido un acto de extrema violencia planeada por una red terrorista lista para actuar”, mencionó el fiscal, quien además señaló que “los explosivos ya estaban listos para detonarse”, y que los teléfonos podrían haber ayudado a coordinar un ataque múltiple, similar al de París y Bruselas.
Arsenal ‘sin precedentes’
Reda Kriket fue interceptado el jueves 24 de marzo por ser el principal sospechoso de este ataque inminente y de “gran amplitud” que posiblemente sería perpetrado en Francia, pero que no se sabe ni cuándo, ni dónde. Los investigadores aún desconocen los detalles y posibles objetivos del ataque terrorista.
El fiscal se refirió al hallazgo en el departamento como “un auténtico arsenal de armas y explosivos de una escala sin precedentes”.
El yihadista francés fue detenido en una calle de Boulogne-Billancourt, al suroeste de París, tan solo dos días después de los ataques de Bruselas y fue puesto en prisión preventiva. Ayer fue acusado por un juez francés por su “participación con una asociación criminal terrorista y por la preparación de uno o más delitos contra civiles”, entre otros cargos.