“No esperábamos lo que sucedió, pero la consigna “Yo soy Fidel” se va a mantener por siempre. Desde que murió Fidel cada cubano siente que es Fidel, siente que Fidel se ha metido en su vida, porque si no hubiera sido por él no sería lo que voy a ser en el futuro”
Tras nueve días de su fallecimiento, las cenizas del líder revolucionario, Fidel Castro, fueron inhumadas este domingo en el cementerio de Santa Ifigenia. El último adiós del cubano se realizó en una ceremonia privada para familiares y amigos a la que ni la televisión local tuvo acceso.
El presidente de Cuba, Raúl Castro, vestido de verde militar, colocó las cenizas de su hermano en al interior de la tumba y después colocó en posición militar y dio el último adiós a su hermano y compañero de lucha, según indican fotos de AP.
Militares cubanos dispararon 21 cañonazos y multitudes en la entrada cantaron el himno nacional para despedir los restos de Castro, los cuales iban colocados en un pequeño ataúd cubierto con la bandera de Cuba.
Los restos del líder de la revolución cubana permanecerán junto a un memorial a los soldados rebeldes asesinados en un ataque encabezado por Castro al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, y frente al mausoleo del prócer José Martí.
Una vez que finalizó la ceremonia, las autoridades permitieron el paso a algunos visitantes, quienes pudieron ver brevemente la tumba de Castro; una gran piedra redonda con una placa al centro que simplemente dice “Fidel”.
Los seguidores que siguieron la caravana hasta la llegada al cementerio gritaban por las calles “Yo soy Fidel. Yo soy Fidel”. Una parte importante de la población aún se muestra desconcertada por la muerte del ex mandatario cubano.
“No esperábamos lo que sucedió, pero la consigna “Yo soy Fidel” se va a mantener por siempre. Desde que murió Fidel cada cubano siente que es Fidel, siente que Fidel se ha metido en su vida, porque si no hubiera sido por él no sería lo que voy a ser en el futuro”, dijo un joven a la televisión local.
Los camarógrafos, incluso los de la televisión local, no pudieron entrar a la ceremonia privada, sin embargo pudieron transmitir la llegada de los restos de Castro y la salida de los familiares y amigos que dieron el último adiós.
Durante los últimos nueve días Cuba se vio consternada por el deceso. Las honras fúnebres comenzaron el lunes 28 de noviembre con un homenaje popular y un acto en la Plaza de la Revolución de La Habana, al cual asistieron gobernantes de todo el mundo.
Con información de AP