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Gana derecha xenófoba

Desde el año 2000, más de 30 mil personas han muerto intentando llegar a Europa. 

La tragedia se ha multiplicado porque la huida al viejo contiene ha continuado en proporciones inéditas: en el primer semestre del año, más de 350 mil personas provenientes principalmente de Siria, Somalia, Eritrea, Senegal y Etiopía han atravesado el Mediterráneo a través de Grecia, Turquía, Italia y España, superando así a los 200 mil desplazados que se registraron en 2014.

83,000
es el número de afiliados del Frente Nacional, el número se duplicó
con respecto a los niveles de 2012
"La progresiva islamización de nuestro país pone en duda la supervivencia de nuestra civilización”
Marine Le PenPresidenta del Partido de ultraderecha francés Frente Nacional
El Frente Nacional ha sabido aprovechar el miedo y el sentimiento de desesperanza de muchos franceses tras los ataques de París, pero las propuestas para resolver el problema migratorio son poco viables

Desde el año 2000, más de 30 mil personas han muerto intentando llegar a Europa. 

La tragedia se ha multiplicado porque la huida al viejo contiene ha continuado en proporciones inéditas: en el primer semestre del año, más de 350 mil personas provenientes principalmente de Siria, Somalia, Eritrea, Senegal y Etiopía han atravesado el Mediterráneo a través de Grecia, Turquía, Italia y España, superando así a los 200 mil desplazados que se registraron en 2014.

Este es el desplazamiento humano más importante que ha conocido el continente después de la Segunda Guerra Mundial. 

Pero contrasta la postura que varios gobiernos europeos muestran para detener el flujo de inmigrantes y refugiados. 

Frente a este flujo masivo y a la inevitable crisis humanitaria, no solo Francia se crispa, sino que el espíritu de una Unión Europea peligra. 

Tras sucesivas crisis del euro y el terrorismo que atacó a una de las ciudades más emblemáticas de occidente, la muerte del espacio Schengen podría sentirse como una opción inevitable.

Calais

La crisis migratoria en Francia encuentra su punto más crítico en la ciudad de Calais, al norte del país y el punto más estrecho entre Francia e Inglaterra. 

En esa frontera se encuentran miles con el objetivo de cruzar el Canal de la Mancha hacia el Reino Unido.

En Calais, un votante sobre dos eligió la ultraderecha de Marine Le Pen, dirigente del partido Frente Nacional (FN).

En la primera ronda de elecciones regionales del domingo pasado el partido de extrema derecha registró resultados asombrosos. 

La sorpresa no fue solo para el partido, también para la opinión pública: por primera vez en Francia, el partido de la extrema derecha ganó la primera ronda de las elecciones regionales con cerca del 30 por ciento de los votos en toda Francia metropolitana y se posiciona a la cabeza de seis de las 27 regiones del país. 

Una puntuación histórica como esta no viene de manera gratuita. 

Se trata de las primeras elecciones tras los atentados terroristas del 13-N y los ataques a periodistas del diario satírico Charlie Hebdo. Ambos reivindicados por el Estado Islámico. 

Frente a la crisis de seguridad nacional vivida a finales de noviembre y a una oleada de inmigración que llegó a su punto más crítico a mediados de este año, los resultados electorales en Francia y sobre todo, en la ciudad de Calais pueden ser un termómetro perfecto para predecir el sentir nacional de los votantes para las elecciones del próximo domingo 13. 

Y, sobre todo, para vaticinar quién ganará las elecciones presidenciales de mayo del 2017.

La preocupación por el futuro

El avance de la extrema derecha preocupa a varios sectores de la población francesa. Principalmente, a los migrantes, musulmanes y voluntarios que los ayudan. 

Con Marine Le Pen en el poder, se podrían abolir las asociaciones de ayuda en los campamentos de refugiados. 

Frente a las elecciones del domingo, el partido de la izquierda encabezado por François Hollande se posicionó en tercer lugar con el 23 por ciento de la votación, y por debajo del partido conservador liderado por Sarkozy, que obtuvo el 27 por ciento de los votos, con ello, la izquierda podría quedar eliminada del mapa de Francia para 2017. 

Con estas elecciones, apenas tres semanas después de los peores atentados perpetrados en suelo francés desde 1945, se gesta una creciente y peligrosa islamofobia dentro de los circuitos más conservadores de la sociedad europea.  Cabe destacar que la sociedad francesa, está formada por  la comunidad musulmana de mayor tamaño en Europa.

El renovado discurso antimigrante y antieuropeísta que se teje desde el 2011 frente a las constantes crisis del euro,  han llevado a la hija del fundador del Frente Nacional a consolidar a la ultraderecha, al ultranacionalismo y a la antiinmigración como el primer partido de Francia.

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