La secretaria de Educación del gobierno de Donald Trump está considerando aprobar que los estados utilicen recursos de un fondo federal destinado para las escuelas más pobres a fin de que puedan adquirir armas en vez de mejorar su instrucción académica.
De acuerdo con un informe publicado este viernes en el diario The New York Times, la secretaria Betsy DeVos, quien es hermana del fundador de la empresa de mercenarios Blackwater, Erik Prince, permitiría que los recursos sean empleados para un fin para el cual no fueron creados.
El fondo, del que DeVos pretende permitir que se empleen recursos, fue creado hace tres años por el Congreso para aumentar “el acceso de los estudiantes a programas de arte y música, salud mental y tecnología en las escuelas más pobres del país”.
No obstante, luego de la proliferación de tiroteos en escuelas y consultas en el estado de Texas, DeVos revertiría la posición que el gobierno federal ha mantenido durante años en referencia a no pagar para equipar a las escuelas con armamento.
DeVos podría aprobar el uso de fondos a discreción debido a que el Congreso no prohibió de manera explícita, como en otros casos de fondos escolares, que se emplearan estos recursos para adquirir armas de fuego y para pagar por entrenamiento para utilizarlas.
“El Departamento está constantemente considerando y evaluando asuntos de política, particularmente asuntos relacionados con la seguridad escolar”, declaró Liz Hill, vocera del Departamento de Educación, al rotativo.
El programa del que se extraerían los fondos exige que los distritos escolares utilicen el dinero para alcanzar tres objetivos: brindar una educación integral, mejorar las condiciones escolares para el aprendizaje y mejorar el uso de la tecnología para la alfabetización digital.
El Departamento de Educación determinaría que las compras de armas podrían ser justificadas como mejoras de las condiciones escolares, de acuerdo con personas familiarizadas con la propuesta.
“Redirigir ese dinero para armar a los maestros y al personal de la escuela pondrá en peligro imprudentemente la seguridad de los estudiantes y los educadores, mientras quita a los estudiantes desatendidos el apoyo y la oportunidad que merecen”, dijo Robert Scott, legislador demócrata.