Sergio Adrián Hernández Guereca, de 15 años, fue asesinado el 7 de junio del 2010 por un agente de la Border Patrol cerca de El Paso.
El incidente ocurrió en suelo mexicano cuando agentes fronterizos intentaban detener a unos inmigrantes que buscaban cruzar de manera ilegal a Estados Unidos (EU).
Tras la muerte de Hernández, los familiares demandaron a la Border Patrol, al Departamento de Seguridad, al agente Jesús Mesa y al Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Pero la Administración de Obama argumentó que Mesa no podía ser demandado pues “las protecciones constitucionales no aplicaban porque el joven no se encontraba en Estados Unidos”, publicó The New York Times el pasado lunes.
Sin embargo, una corte en Nueva Orleans rechazó el lunes este argumento y dijo que la conducta del agente fue ilegal, por lo que no calificaba para la inmunidad.
Por ello, dictaminó que el joven estaba protegido por la Constitución de EU a pesar de haber sido baleado en suelo mexicano.
“Esto significa que la familia de Adrian Hernandez Guereca, de 15 años, puede avanzar con una demanda civil en contra del agente”, informó ayer The Guardian.
“Esto reconoce los derechos humanos por encima de nadie. No solo en ciudadanos estadounidenses”, dijo Bob Hilliard, uno de los abogados de la familia Hernández.
“Hoy, el quinto circuito ayudó a establecer que los agentes de la patrulla fronteriza son responsables de cualquier abuso escadaloso e indignante, incluso cuando sus víctimas no se encuentren en territorio estadounidense”, afirmó Adriana Pinon, miembro de la Unión Americana de Libertades Civiles.
El abogado de Mesa y la Border Patrol no quisieron emitir comentarios a The Associated Press.