Groenlandia, el paraíso que anhela Donald Trump para que se convierta en el estado 51 de la Unión Americana, es una de las regiones que sufren más los embates del cambio climático.
La ambición del magnate obedece, según especialistas, más que a la riqueza del suelo (el 85% está cubierto de hielo) a su situación geográfica, que convierte a la isla en “una apuesta a futuro en temas comerciales”, frente a China y Rusia en el Ártico.
En la isla, cuyo nombre quiere decir “tierra verde” en danés, viven 55 mil habitantes. El territorio se encuentra en la primera línea de fusión de los hielos árticos y se calienta al doble de velocidad que el resto del planeta debido al cambio climático.
Información de RT, refiere que el 1 de agosto Groenlandia sufrió su mayor pérdida de hielo en un solo día, lo cual es grave si se tiene en cuenta que se derritieron 12 mil 500 millones toneladas.
Lo anterior sacude a un mundo en donde el nivel de los océanos sube alrededor de 3.3 milímetros por año y el nivel de los mares aumentó entre un 25 y 30% más rápido entre 2004 y 2015, en comparación con el periodo 1993 a 2004.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos intenta hacerse de Groenlandia pues en 1946 el entonces presidente Harry Truman ofreció 100 millones de dólares por el territorio que es rico en oro, rubíes, uranio, olivino, petróleo y gas.
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