El máximo opositor de Venezuela, Juan Guaidó, salió a dar la cara como presidente de la Asamblea Nacional (AN), luego de que ésta fuera tomada por el gobierno de Nicolás Maduro, tras avisarles a los diputados que había una bomba en el interior del edificio.
Luego de la toma del Parlamento, Guaidó tuvo una reunión con la prensa, asegurándoles que la dictadura decidió ocupar por la fuerza el Palacio Federal Legislativo con el fin de seguir persiguiendo los factores democráticos vigentes en el país petrolero que buscan derrocarlo.
“Desde 2016, el objetivo del régimen ha sido inmovilizar a la AN, pero no lo han logrado. Con cada atropello sólo ha aumentado sus problemas: continúan extraviados en sus contradicciones, perdiendo respaldo, sin ofrecer ni una sola solución a la crisis”, sentenció el opositor en la conferencia de prensa.
El líder de la oposición de Venezuela anunció finalmente que convocará hoy a una Sesión Ordinaria, a las 10:00 horas (hora centro de Caracas), en la que hablará sobre la desaparición del vicepresidente de la AN, Edgar Zambrano, en manos del gobierno madurista; sobre la destrucción del poder adquisitivo y el salario venezolano, y se discutirá también el proyecto de Acuerdo del restablecimiento de la vigilancia de la Convención Americana sobre los derechos humanos.
Tanto la administración madurista como la Asamblea Nacional se han lanzado acusaciones uno al otro respecto a la falta de electricidad y agua, principalmente desde que Juan Guaidó se autoproclamó presidente legítimo del país sudamericano. Al respecto, aproximadamente 50 países lo apoyaron e ignoraron el papel de Nicolás Maduro como jefe de Estado.
EU busca frenar apoyo a Venezuela
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, declaró este martes que en su encuentro con el canciller ruso, Sergei Lavrov, le exhortó dejar de apoyar al gobierno de Nicolás Maduro.
Durante su reunión de más de tres horas en la ciudad rusa de Sochi, ambos funcionarios abordaron la crisis política venezolana, la cual ha sido un punto de discordia entre Washington y Moscú, pues es el país del presidente Vladimir Putin una de las naciones que apoyan la presidencia de Maduro y no la del máximo opositor Juan Guaidó.
“Estados Unidos y más de 50 países consideran que ha llegado la hora de que Maduro deje el poder”, dijo Pompeo en una rueda de prensa conjunta con Lavrov.
Además, aseguró que Washington se opone terminantemente a que cualquier país se inmiscuya en los asuntos de Venezuela.
“Esperamos que el apoyo ruso a Maduro se termine”, comentó, al tiempo que mencionó los grandes intereses económicos y energéticos rusos en Venezuela.
Por su parte, Lavrov replicó que no se puede instaurar una democracia por la fuerza.