Guaidó se queda sin su mano derecha tras la dimisión del canciller Julio Borges

Con la dimisión de Julio Borges como canciller del gobierno interino de Venezuela por la falta de objetividad de la oposición, Juan Guaidó se quedó sin una figura que lo ayude a impulsar a su país, una tarea que no logrará si no replantea sus acciones y no hay unidad con sus partidarios
Fernanda Muñoz Fernanda Muñoz Publicado el
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El gobierno interino de Venezuela continúa sin un nuevo canciller, sin un funcionario que pueda reemplazar a Julio Borges, exaliado y mano derecha de Juan Guaidó.

El aún comisionado de Relaciones Exteriores dio a conocer que su dimisión se daba por distintas razones, entre ellas la falta de objetividad que se tenía en un inicio para liberar a los venezolanos del régimen, y a la búsqueda de prolongar la administración opositora dentro del poder.

Así también, destacó las “inaceptables” acciones de corrupción dentro del gobierno opositor; un tema en el que, aunque no entró en muchos detalles, se prevé que esté relacionado con el caso de Monómeros, una empresa de agroquímicos venezolana con sede en Colombia que pertenece a Guaidó desde que se convirtió en presidente interino en 2019.

Según ha destacado el propio Borges en ocasiones anteriores, el dinero de dicha compañía es gestionado por el entorno del líder opositor sin la transparencia correspondiente, convirtiéndose poco a poco en un problema para él.

“El manejo de activos es un escándalo. Hay que crear fideicomisos para que haya transparencia. No hay rendición de cuentas, los activos se utilizan para fines personales”, detalló Borges sobre esta situación.

Se previa que fuera el pasado martes 7 de diciembre que el canciller pusiera a la orden su cargo ante una junta de la Asamblea General, pero hasta el día de ayer esa reunión no se ha podido llevar a cabo.

Además, ni la administración opositora ni el propio Juan Guaidó han dado a conocer al reemplazo de Borges, ni mucho menos se ha compartido un mensaje público dedicado a la situación del canciller.

El doctor Fernando Neira, miembro del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC) de la UNAM, opina al respecto que la renuncia de Borges tuvo que ver con otros argumentos que el funcionario ya señaló, siendo la principal la fragmentación de la oposición venezolana.

“En su momento la oposición tuvo fuerza dado que se quería generar presión hacia (Nicolás) Maduro para que cambiara todo el manejo del país, pero esa situación con el paso del tiempo se fue fragmentando, perdiendo incluso respaldo internacional, que era lo que la sustentaba junto a la figura de Juan Guaidó como líder de la oposición”, asegura.

Así también, añade que ha habido acciones que han debilitado la imagen de Guaidó ante una gran parte de los representantes opositores, entre ellos Borges, como las fallidas tomas militares desde Colombia para enfrentar al gobierno de Maduro.

Hasta ahora, además de Julio Borges, ha habido otros personajes de la oposición venezolana que han demostrado poco o nulo apoyo hacia Guaidó y sus acciones. Como Henrique Capriles, quien aseguró que el gobierno interino murió desde abril de 2020; María Corina Machado, expresidenta de la Asamblea Nacional, y Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas.

“Con todos estos hechos, considero que la decisión del canciller se originó por este cúmulo de situaciones que han mostrado a la oposición como muy poco efectiva y con poca organización de liderazgo tanto a nivel nacional como internacional”, dice Neira.


Necesaria una reorganización de apoyo a Guaidó

Al observar la poca participación y apoyo que se está dando de parte distintos líderes opositores, el gobierno interino de Venezuela hasta ahora no ha tomado acciones para restablecer su imagen, incluso después de su derrota en las elecciones regionales.

El pasado 21 de noviembre, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), del gobierno chavista, ganó 20 de las 23 gobernaciones, dejando atrás a sus contrincantes y demostrando la mínima unidad que siguen representando.

Al respecto, el doctor Neira comenta que si realmente la oposición quiere generar un cambio en Venezuela y desea darle una vuelta al régimen, eso implica replantearse el actuar que ha venido haciendo como grupo.

“En tanto la oposición no logre consolidarse como un grupo unido, interesado realmente en el beneficio del país y en hacer un cambio que garantice una nueva nación dejando de lado los intereses particulares, económicos y políticos que hay, creo que lo que va a seguir dándose es esta fragmentación política”, menciona.

Al dar a conocer su renuncia como canciller, fue el mismo Julio Borges quien declaró que el gobierno interino debería desaparecer si no replanteaba toda la estrategia política que ahora refleja.

Para el miembro del CIALC, la sugerencia de Borges podría llevarse a cabo sólo si la oposición se sienta a mirar cuál va a ser su posición a futuro y las acciones que ha venido presentando.

“Mientras esos procesos de organización solamente estén cimentados en intereses personales, la oposición no va a llegar a ningún lado, ni en Venezuela ni en otra parte de América Latina”, enfatiza Neira.

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