Donald Trump no consiguió el dinero necesario para edificar el muro “grande y hermoso” con el que pretende frenar el paso de migrantes indocumentados, pero sí consiguió el respaldo necesario para comenzar a blindar la frontera con México.
El despliegue de miembros de la Guardia Nacional en la frontera sigue su curso, con un incremento gradual de las tropas, las cuáles tienen órdenes de ayudar a frenar la migración ilegal.
El gobierno de Trump también anunció el martes 10 abril que la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, visitará esta semana el lugar donde se construye un tramo de nuevo muro fronterizo en Nuevo México.
La construcción del tramo de muro y el compromiso de Arizona, Nuevo México y Texas de enviar al menos mil 600 miembros de la Guardia Nacional provocó una nueva ola de críticas por parte de activistas migratorios.
El único estado fronterizo que no ha anunciado si participara en el despliegue fue California, encabezado por el demócrata Jerry Brown, quien se ha enfrentado con Trump en repetidas ocasiones debido a su política migratoria.
En Texas, donde el gobernador republicano Greg Abbott se ha comprometido a poner a disposición a más de mil elementos de la Guardia Nacional, funcionarios militares dijeron este martes que 300 tropas se reportarán esta semana a las armerías para preparación y entrenamiento. Texas ha mantenido a alrededor de 100 miembros de la Guardia Nacional en la frontera durante años, como parte de sus propias labores de seguridad fronteriza.
“La diferencia es que ahora sucede en un contexto distinto”, dijo Fernando Garcia, director de Border Network for Human Rights, un grupo activista en pro de la inmigración. “Cuando se escucha el discurso del presidente, parece que sus enemigos son las familias inmigrantes”
De acuerdo con Greg Aboot, “la Guardia Nacional “ha demostrado tener un impacto importante” en la reducción de la inmigración y el crimen.
En la localidad fronteriza de Roma, Texas, se pudo ver este martes a alrededor de media docena de miembros uniformados de la Guardia Nacional cerca de un puente internacional, mientras del otro lado del Río Bravo, había niños jugando. No quedó claro si los elementos de la Guardia Nacional eran nuevos o forman parte de las misiones previas de observación y reporte en Texas.
Trump indicó la semana pasada que quiere enviar entre 2 mil y 4 mil miembros de la Guardia Nacional a la frontera, y emitió una proclama en la que señala como causa “el desgobierno que persiste en nuestra frontera sur”.
Algunos de los miembros de la Guardia Nacional portarán armas y serán enviados a lugares potencialmente peligrosos, dijo Abbott, quien añadió que quería restar importancia a la especulación de que “nuestra Guardia Nacional se presentará con bayonetas militares e intentando ir detrás de todo aquel que cruce la frontera, porque ese no es su papel”.
No hay una fecha para poner fin al despliegue, resaltó Abbott. “Esto puede tomar mucho tiempo”.
Trump ha dicho que quiere utilizar al ejército en la frontera hasta que haya progreso en el proyecto de muro fronterizo que propuso, el cual ha quedado prácticamente estancado en el Congreso.
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