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Ucrania se ha convertido en el pretexto de Rusia y Estados Unidos para revivir sus viejas rencillas.
Además de respaldar al nuevo gobierno de Ucrania y ofrecerle un rescate de mil millones de dólares, Washington agudizó la polémica esta semana al amenazar a Moscú con aislarlo, expulsarlo del grupo de los G-8 e imponerle sanciones económicas.
El Gobierno de Rusia, encabezado por el presidente Vladimir Putin, dejó atónitos a los políticos de la Casa Blanca al anunciar que, si EU los castiga, ellos responderán con una ley que les permitirá confiscar bienes y activos de empresas estadounidenses.
Más allá de palabras, el Pentágono intensificó su presencia en Europa del Este al reforzar su apoyo militar a Polonia, Letonia, Lituania y Estonia, a donde enviará 10 oficiales aéreos.
Mas el Kremlin no cede, pues se estima que hay hasta 16 mil soldados rusos alrededor de la península de Crimea, territorio de Ucrania que vive un enfrentamiento social entre partidarios de Rusia y oficialistas.
Una solución rápida parece difícil, pero expertos coinciden en que la clave está en el liderazgo de la canciller alemana Angela Merkel en la Unión Europea, que ayer anunció un paquete de créditos de 15 mil millones de dólares para salvar a Ucrania de la quiebra.
EU apoya al enemigo
Casi la mitad de los estadounidenses piden que su país no intervenga y Putin ha demostrado que no teme a las represalias de Estados Unidos.
Aún así, el secretario de Estado de EU, Jonh Kerry, viajó el martes a Kiev para apoyar al nuevo gobierno ucraniano.
Asimismo, el presidente Barack Obama señaló que su homólogo Vladimir Putin está inventando pretextos para justificar su intervención en Crimea.
“Parece que el presidente Putin tiene un diferente equipo de abogados haciendo un diferente tipo de interpretaciones, perno no creo que esté engañando a nadie”, manifestó el mandatario estadounidense según CNN.
El secretario de Defensa de EU, Chuck Hagel, anunció ayer que reforzarán su presencia en la región de Europa del Este con un programa para entrenar a las fuerzas aéreas de Polonia y con mayor patrullaje aéreo en las repúblicas bálticas.
John Kerry se reunió ayer en París con el presidente francés y los secretarios de relaciones exteriores de Francia, Alemania y Gran Bretaña para pedirle a Rusia que regrese a las tropas de Crimea a las bases, pero Moscú rechazó las negociaciones.
Rusia sigue firme
Con el argumento de que debe defender a los rusos en Crimea y que el nuevo gobierno de Ucrania es ilegítimo, el Kremlin sigue firme en sus intenciones.
Andréi Klishas, jefe del comité de legislación de la Cámara Alta de Rusia, reiteró ayer que toda sanción impuesta en contra del país tendrá consecuencias para Estados Unidos y la Unión Europea.
“Si los países de Occidente y la Unión Europea adoptan sanciones contra Rusia por la situación en Ucrania y las acciones de nuestro país dirigidas en defensa de ciudadanos ucranios, nosotros aprobaremos medidas adecuadas”, expresó a El País.
Esta reacción ocurre un día después de que Rusia probara el lanzamiento de un misil balístico intercontinental el martes.
Merkel pide paz
La Unión Europea aún no sabe qué medidas tomará con exactitud, pero la canciller de Alemania, Angela Merkel, representa para los expertos la mediadora clave del conflicto.
Mientras las amenazas crecen, Merkel se ha encargado de llamar por teléfono a Obama y a Putin para invitar a ambos al diálogo político y resolver la crisis por la vía pacífica.
“Si alguien puede persuadir a Putin de que está en sus propios intereses ordenar a los soldados regresar a sus bases, es ella”, publicó el lunes The New Yorker, “Rusia es el proveedor de energía más grande de Alemania y lo ve como aliado, no como enemigo.
“Merkel, pese a haber criticado a Rusia a lo largo de los años por sus violaciones a los derechos humanos, mantiene una relación de negocios con Putin”.
La UE necesita consenso de sus estados miembro para imponer castigos económicos a Rusia y sin el apoyo de Alemania eso parece imposible.
Merkel ha sugerido que la mejor solución para la crisis es un diálogo de Moscú con el nuevo Gobierno de Kiev y el envío de observadores internacionales a Crimea.
A la conciliación le espera un camino difícil, pues Washington tiene una actitud más firme contra Moscú que la que tiene la UE.
“Si Crimea en las próximas semanas permanece acordonada, se necesitará un esfuerzo conjunto para forzar a Rusia a retirar sus tropas, un esfuerzo que dividiría a Estados Unidos de sus aliados europeos, quienes están más dispuestos a vivir con el nuevo statu quo”, publicó el lunes The New York Times.
Mientras el conflicto diplomático se agudiza, los más de 45 millones de ucranianos permanecen en incertidumbre.