El presidente Barack Obama dijo el viernes que su plan de suspender las deportaciones y ofrecer permisos de trabajo por 2 años a inmigrantes no autorizados menores de 30 años y que reúnan ciertas características hace al sistema migratorio “más justo y más eficiente”.
“Es la medida correcta”, dijo Obama en la Casa Blanca después de que la secretaria de seguridad nacional, Janet Napolitano, anunciara la medida que ofrece un alivio temporal y por vía administrativa a cientos de miles de personas que esperan beneficiarse del proyecto de ley Dream Act.
Obama remarcó que “Esto no es una vía para la naturalización, no es una solución permanente. Esto es una medida temporal”.
“No tiene sentido expulsar a jóvenes talentosos”, dijo el presidente, quien añadió que tomaba la medida ante la falta de decisión del Congreso “para reparar nuestro sistema quebrado”.
El anuncio ocurre días después de que activistas a favor del Dream Act depusieran una huelga de hambre y anunciaran planes de tomar oficinas de campaña de Obama para presionarlo a emitir una orden ejecutiva que detenga las deportaciones.
Todo esto se produce mientras el mandatario corteja activamente el voto hispano, crucial en varios estados, en su búsqueda de la reelección.
El centro de estudios Pew Hispanic Center estimó que la medida podría beneficiar a 1.4 millón de personas, incluyendo a 700.000 inmigrantes no autorizados de entre 18 y 30 años que ingresaron a EU como niños y que actualmente cursan estudios o ya terminaron la secundaria.
También a otras 700 milpersonas menores de 18 años que cursan estudios. El segundo grupo incluye a 150.000 estudiantes de secundaria.
Los republicanos criticaron con dureza la medida. El presidente del comité judicial de la cámara baja Lamar Smith lo calificó de “traición” al pueblo estadounidense porque “este enorme cambio de política tiene consecuencias horribles para los estadounidenses desempleados en busca de trabajo.”
“Esto no es inmunidad, no es una amnistía, es ejercer el criterio para que este grupo de gente joven no se encuentre en el sistema de deportación”, dijo Napolitano durante una conferencia telefónica.
Los beneficiarios de esta medida necesitan haber ingresado a EU siendo menores de 16 años, haber residido de manera continua en el país durante los últimos 5 años y encontrarse actualmente en su territorio, cursar estudios, haber culminado la educación secundaria, obtenido un certificado de educación general (GED) o haber servido en las Fuerzas Armadas y la Guardia Costera. También necesitan no haber sido sentenciados por delitos mayores, por faltas menores importantes, ni representar una amenaza para la seguridad pública.
Los inmigrantes no autorizados menores de 16 años no podrán solicitar la anulación de su proceso de deportación, aunque funcionarios dijeron que no serán deportados.
Los requisitos coinciden con los estipulados en el Drem Act, aprobado por la cámara baja en 2010 pero que no obtuvo los votos necesarios en el Senado.
Sin embargo, Napolitano dejó claro que el beneficio administrativo anunciado el viernes será otorgado tras evaluar cada solicitud por separado.La secretaria agregó que la medida podría beneficiar a unas 800 mil personas.
También insistió en que no se entregarán tarjetas de residencia permanente a estos jóvenes: el procedimiento deberá renovarse dentro de 2 años.
La medida administrativa se asemeja al proyecto de ley que prepara el senador republicano Marco Rubio, quien se perfila con posibilidades de optar a la vicepresidencia junto al candidato Mitt Romney. Rubio no criticó el anuncio, pero dijo que dificultaría alcanzar una solución permanente.
Numerosos legisladores demócratas expresaron su beneplácito. Dick Durbin, autor del proyecto de ley del 2010, calificó la decisión como un “momento humanitario histórico”.
Julio Calderón, un hondureño sin papeles que llegó a los 16 años a EU y vive en Miami, reaccionó con alegría.El joven pertenece al grupo “Students Working for Equal Rights” que esta semana exigió al presidente desde Miami que frene las deportaciones. Sin embargo, Calderón dijo que tiene claro que la medida es también una maniobra para captar el voto hispano.
Las organizaciones pro inmigrantes y de la comunidad hispana, por otra parte, también han criticado a Obama no sólo por incumplir su promesa de lograr una reforma migratoria integral sino por haber deportado una cifra sin precedentes de casi 400 mil personas en 2010 y 2011.
Con respecto a esto, Obama reiteraba sus acusaciones de que la bancada republicana en el congreso obstruye cualquier intento de lograr una reforma migratoria.
Hasta ahora, se han revisado más de 232 mil procesos de deportación y se decidió anular 20 mil. Según un sondeo elaborado por NBC News/Wall Street Journal el mes pasado, Obama aventaja a Romney entre el electorado hispano 61 a 27 por ciento.
Fuente: AP.