NUEVA YORK (AP) — Joaquín “El Chapo” Guzmán dijo el lunes al juez que preside su juicio en la corte federal de Brooklyn que no testificará.
Tras ser consultado por el juez Brian Cogan, el narcotraficante mexicano se levantó de su silla y declaró que no hablará en el proceso judicial.
“He hablado con mis abogados y me voy a reservar”, fueron sus palabras.
“¿Reservar?”, le preguntó Cogan, sin entender.
Guzmán anunció su decisión en el día 35 del juicio justo después de que la fiscalía anunciara que terminó de presentar pruebas y llamar a testigos.
En total, la fiscalía ha llamado a 56 testigos, trece de los cuales fueron socios o colaboraron de alguna forma con Guzmán.
Un abogado de “El Chapo”, Jeffrey Lichtman, dijo que tan sólo planea llamar a dos testigos el martes. Se trata de dos agentes de la agencia antidrogas estadounidense que entrevistaron al exsocio de Guzmán, Alex Cifuentes y a su hermano, Jorge. Ambos testificaron en el juicio. Lichtman planea presentar contradicciones en el testimonio de ambos Cifuentes, quienes trabajaron junto a Guzmán durante años.
Cogan dijo que el miércoles se darán los argumentos de cierre de la fiscalía y que el jueves planea escuchar los de los abogados. Es posible que entonces las deliberaciones del jurado arranquen el viernes.
Cuando Guzmán habló, el juez Cogan le preguntó si él entendía que era decisión suya la de testificar o no. Guzmán respondió que sí.
Uno de sus abogados, William Púrpura, dijo al juez que le explicó a Guzmán lo que podría ser un contrainterrogatorio de la fiscalía. Aunque no lo dijo, se entrevé que las preguntas de los fiscales a Guzmán podrían resultar en algo desastroso para su defensa.
El lunes acabó su testimonio un exguardaespaldas, exsecretario y expiloto de Guzmán llamado Isaías Valdez. También habló un funcionario del Departamento de Defensa estadounidense, quien explicó fotografías y videos que muestran el túnel por el cual escapó de la cárcel Guzmán en 2015.
“El Chapo”, uno de los narcotraficantes más conocidos que existen y exlíder del cartel de Sinaloa, se ha declarado inocente de supuestamente acumular una fortuna multimillonaria a través del tráfico de toneladas de cocaína y otras drogas desde México a Estados Unidos. De ser encontrado culpable enfrentaría una posible sentencia a cadena perpetua.
Durante su juicio, que arrancó en noviembre, se ha presentado gran evidencia de las actividades delictivas que Guzmán perpetró, desde el tráfico de droga, al de armas, al lavado de dinero o a los actos de violencia que ordenó o que provocó él mismo. Su defensa se ha basado en mostrar a los testigos de la fiscalía como criminales mentirosos que quieren reducir sus propias sentencias al testificar. Guzmán también ha sido mostrado por sus abogados como un simple traficante, ya que, según ellos, el cartel era realmente dirigido por Ismael “El Mayo” Zambada, quien nunca ha sido detenido.