Estados Unidos no se ha librado de Donald Trump. Luego de haber superado su segundo impeachment ante el Senado, fue el propio expresidente quien confirmó su futuro regreso, un aviso que puso en incertidumbre al entorno social y político de su país.
A través de un comunicado, el magnate declaró que su movimiento “histórico, patriótico y hermoso” para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande acababa de comenzar, y que se sabría mucho más de él en los próximos meses.
“Espero continuar nuestro increíble viaje juntos para lograr la grandeza estadounidense y para toda nuestra gente”, subrayó.
Ante ese panorama, Donald Trump dejó diferentes cabos sueltos, desde no especificar su fecha de retorno a la vida política, hasta qué tipo de aliados o representantes tendría para volver a contender en las boletas electorales.
Al respecto, Arlene Ramírez, doctora en Relaciones Internacionales, comparte que el expresidente sin duda volverá a verse para las contiendas políticas, pero tal vez a partir del año 2022, luego de que haya tomado un año sabático y se haya hecho cargo de sus negocios e inversiones, el campo al que se dedicaba de lleno antes de presidir a los Estados Unidos.
Así entonces, se espera que el magnate vuelva a aparecer en los próximos meses, pero no lo hará solo, pues junto con él podrían estar otras figuras importantes durante su administración, como su hija Ivanka Trump, una mujer que, según Ramírez, está siendo preparada y pulida para el escenario político.
Asimismo, podría haber diputados y senadores que no solamente han participado e invertido en el movimiento trumpista, sino que además siguen siendo leales a él, “y yo creo que esa parte es donde más vamos a ver el nombre y la marca de Trump, pues es un personaje que realmente nunca desapareció, nunca se dejó de lado esa parte del marketing político que él tiene súper sólida”, dice la especialista.
Ejemplo de ese apoyo que sigue representando el exmandatario, es el soporte que la mayoría republicana le brindó ante el Senado el pasado 13 de febrero, cuando la absolución fue clara ante los demócratas.
Un reto para Biden
Luego de darse a conocer la absolución de Trump, el presidente Joe Biden compartió su punto de vista. En él, remarcó que ese capítulo evidenció lo frágil que es la democracia y lo importante que era que todos lucharan diariamente por ella.
“Debemos estar siempre alerta de que la violencia y el extremismo no tienen cabida en Estados Unidos, y que cada uno de nosotros tiene el deber y la responsabilidad como estadounidenses, y especialmente como líderes, de defender la verdad y derrotar las mentiras”, añadió.
Pero aunque el actual jefe de Estado busque demostrar rasgos de valentía ante lo sucedido este fin de semana en el Senado, es verdad que Donald Trump puede representar un gran reto en su administración.
El doctor Bernardino Esparza, de la Universidad La Salle, asegura en ese sentido que Trump va a ser un opositor muy duro, ya que va a criticar las acciones gubernamentales del demócrata, tal vez, durante todo su mandato.
Bajo ese panorama, la internacionalista Arlene Ramírez puntualiza que esa crítica por parte del exmandatario podría alterar la permanencia de Biden al frente de Estados Unidos.
De acuerdo con ella, a Trump no le interesa ganar más votos para las próximas elecciones presidenciales, sino desestabilizar la cimentación que tiene el sistema democrático y republicano en el país.
Lo que hay que ver es que él no va por más votantes, él va a desestabilizar y va a buscar que esa desestabilización solita vaya a la voz del electorado, incluso a aquellos que votaron por los demócratas, y al ver que no tienen la supuesta capacidad de cumplir, de gobernar, entonces automáticamente la gente va a volver a votar por cualquier cosa menos por los demócratas”, asume Ramírez.
Desde ese sentido, la especialista considera importante seguir al tanto de los primeros 100 días de Biden, así como de las estrategias de Trump, ya que “es tan maquiavélico que todos los escenarios que giran en torno a él están fríamente calculados”.
El grupo en discordia que voto a favor de Trump
Por años, Estados Unidos ha estado dividido por dos partidos, el demócrata y el republicano, dos perspectivas políticas que, hoy en día, se ven más distantes que nunca.
Tras la absolución del expresidente Donald Trump ante el Senado, el grupo que más salió relegado fue el del magnate, pues aunque la mayoría de sus integrantes lograron su propósito y el exmandatario puede seguir siendo parte de la vida política de su país, la imagen de este partido quedó un tanto desvalorizada.
A través de un comunicado, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, por ejemplo, declaró que la negativa de los republicanos en el Senado a responsabilizar a Trump será considerado como “uno de los actos más deshonrosos de la historia de nuestra nación”.
Al respecto, el doctor Bernardino Esparza, académico de la Universidad La Salle, comparte que, efectivamente, los republicanos tuvieron su oportunidad de poder fortalecer su democracia y lograr ese reconocimiento de ética; sin embargo, no pudo ser así.
Para él, este grupo tenía la obligación de votar a favor de la no absolución no por un capricho político, sino simplemente porque había los elementos para destituir al expresidente.
“Creo que aquí demostraron más la ambición por el poder y ver realmente cuál es el compromiso que tienen con Donald Trump, porque ¿qué les ofrece ahora después de esto? (…) ¿Cuál fue el compromiso político por no votar en contra de este no reconocimiento de derechos políticos y hasta dónde van a llegar?”, menciona Esparza.
De acuerdo con el también maestro en Derecho Constitucional y Ciencia Política, de igual manera pudo haber un acuerdo entre la mayoría republicana y el expresidente para votar a favor de la absolución durante el juicio político y, posteriormente, dejar de apoyarlo para que actúe por su cuenta.
“Donald Trump creo que ya tiene muy explorada la vía por la cual va a seguir, porque está hablando de un movimiento patriótico. Quizás se vaya por su cuenta y no busque a los republicanos si es que al final del día no tiene su voto”, admite el especialista.
Finalmente, detalla que, independientemente de los acuerdos que hayan existido entre los republicanos y el exjefe de Estado, este grupo se queda muy desacreditado, pues “ya nadie les va a creer, menos a nivel internacional”.