La contrarrevolución de los seguidores de Sanders
El “momento Sanders” ha llegado a su fin con la postulación de Hillary Clinton como candidata de los demócratas a la presidencia de los Estados Unidos.
Pero para los seguidores de Bernie Sanders, el rival de Clinton que sorprendió a EU en las elecciones primarias, la revolución política que encabezó el senador de Vermont seguirá… con Sanders o sin él.
Los partidarios de Sanders están indignados con la nominación de Hillary Clinton, a quien acusan de representar los intereses de Wall Street y no le perdonan haber apoyado la guerra contra Irak.
El “momento Sanders” ha llegado a su fin con la postulación de Hillary Clinton como candidata de los demócratas a la presidencia de los Estados Unidos.
Pero para los seguidores de Bernie Sanders, el rival de Clinton que sorprendió a EU en las elecciones primarias, la revolución política que encabezó el senador de Vermont seguirá… con Sanders o sin él.
Los partidarios de Sanders están indignados con la nominación de Hillary Clinton, a quien acusan de representar los intereses de Wall Street y no le perdonan haber apoyado la guerra contra Irak.
Pero están más enojados por las recientes revelaciones de Wikileaks, donde se confirma que la cúpula del Partido Demócrata actuó de manera imparcial apoyando a Clinton en las elecciones primarias.
“Bernie o nada”, rezaban las pancartas desplegadas durante la Convención Demócrata que se celebra en la ciudad de Filadelfia.
“¡Queremos a Bernie!”.
Los seguidores del senador de Vermont –un político autodefinido como socialista- están también algo molestos con el mismo Sanders.
“Bernie Sanders en venta”, decía una de las pancartas en contra del exaspirante presidencial.
El senador de Vermont tuvo una campaña exitosa, a pesar de que no pudo conseguir la nominación del Partido Demócrata a la Casa Blanca. El discurso antisistema y progresista que contrastaba con el de Hillary Clinton, a quien Sanders acusó de defender los intereses de Wall Street y la tildó de deshonesta.
Sanders, contra todos los pronósticos, logró conseguir más de 13 millones de votos en las elecciones primarias del Partido Demócrata, votos que apoyaban su plataforma progresista y social. Hoy esos votos serán claves en la contienda contra el magnate Donald Trump.
Bernie Sanders le robó reflectores a Hillary Clinton en la Convención de los Demócratas donde se designó a la exprimera dama como candidata a la presidencia de los Estados Unidos. Uno de los momentos más conmovedores lo protagonizó Sanders cuando su hermano Larry , delegado demócrata, pronunció un discurso donde recordó la infancia difícil que vivieron.
Las palabras de su hermano provocaron que Bernie Sanders se quebrara y derramara lágrimas durante el evento.
El plan de Sanders para cerrar filas en torno a Hillary Clinton fracasó en la Convención Demócrata celebrada en la ciudad de Filadelfia.
“Hillary tiene que ser la próxima presidenta de los Estados Unidos. Estoy orgulloso de apoyarla”, aseguró Sanders durante el primer día de la Convención Demócrata en Filadelfia.
Sin embargo, la petición de Sanders provocó abucheos y protestas de sus seguidores en las afueras de la Convención.
Sus simpatizantes gritaron “¡No!” y el nombre de “¡Bernie!”, cuando se mencionó el de Hillary Clinton como la candidata postulada para la Casa Blanca.
“Hermanos y hermanas, este es el mundo real en el que vivimos”, dijo Sanders a sus seguidores en un intento de que apoyaran la fórmula Clinton-Tim Kaine para la Casa Blanca.
El fervor antiClinton por parte de los seguidores de Sanders se incrementó por la difusión que hizo Wikileaks de los correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC), donde se puso en evidencia que la competencia interna no fue imparcial y que los funcionarios de la Convención Nacional Demócrata apoyaron a Hillary Clinton por encima de Sanders.
El escándalo provocó la renuncia de Debbie Wasserman Schultz, presidenta del Partido Demócrata.
Los simpatizantes de Sanders montaron una acampada afuera del centro internacional de prensa donde están reunidos los periodistas de todo el mundo que cubren la Convención Demócrata.
El proyecto de Sanders por contender por la elección presidencial como candidato demócrata ha fracasado. Algunos partidarios le han pedido que se postule como candidato independiente, pero para eso ya es demasiado tarde.
Sanders ha decidido apoyar a Clinton, pero no es seguro que sus 13 millones de votantes lo sigan con su cruzada a favor de Clinton.
Los simpatizantes de Sanders no saben qué hacer ahora con el movimiento que surgió en torno a la candidatura del senador de Vermont.
¿Apoyarán a Clinton como se los pide su líder o voltearán a otras opciones como Jill Stein, la candidata del Partido Verde? ¿Le pasará lo mismo que al movimiento Occupy?
Hay una iniciativa pro-Sanders llamada “Our Revolution” (“Nuestra Revolución”), que buscarán conseguir espacios dentro del Partido Demócrata.