Las protestas no cesan en Hong Kong porque sus ciudadanos exigen que las leyes del gobierno chino no se apliquen en la región administrativa especial. Miles de manifestantes, en su mayoría jóvenes, inundan las calles hongkoneses desde el domingo 9 de junio en contra de un proyecto legislativo que daría a Pekín el poder para perseguir a los opositores, según sus detractores.
Las protestas de esta semana fueron reprimidas por las autoridades, pero organizadores prevén realizar otra manifestación multitudinaria el domingo, anunciaron sus líderes este jueves, un día después de que la ciudad viviera violentos enfrentamientos entre civiles y la policía.
El Frente de Derechos Humanos Civiles también convocó a una huelga en toda la ciudad el lunes para mantener la presión sobre el gobierno.
“Instamos a los ciudadanos a unirse a las huelgas laborales, las huelgas escolares y las huelgas de negocios”, dijo Jimmy Sham, el coordinador de la agrupación.
Por su parte, el gobierno regional criminaliza las protestas de esta semana. La jefa del ejecutivo de Hong Kong Carrie Lam dijo este miércoles que las manifestaciones en la región contra el proyecto de ley son disturbios organizados.
Las últimas protestas reprimidas fueron el miércoles. Decenas de miles de manifestantes vestidos de negro inundaron las calles a la mitad de la semana contra este proyecto de ley. De acuerdo con las autoridades de la región, hubo 22 heridos, entre policías y manifestantes.
Los enfrentamientos estallaron cerca del Consejo Legislativo, donde se examinará el texto en segunda lectura. La policía hongkonesa disolvió por la fuerza concentración contra la polémica ley de extradición, cuya segunda lectura fue pospuesta hasta nuevo aviso ante las masivas movilizaciones de rechazo.
El proyecto de ley autorizaría las solicitudes de extradición a China, Taiwán y Macao de criminales sospechosos de delitos como homicidio y violación.
Según las autoridades, el texto llena un vacío jurídico y puede impedir que Hong Kong se convierta en un refugio para ciertos criminales. Según el gobierno chino, existen sistemas para evitar que la ley sirva para que China persiga a opositores políticos.
La jefa del gobierno afirma también que el texto responde a normas internacionales en materia de derechos humanos y que sólo afectará a los autores de crímenes graves susceptibles de condenas de más de siete años de prisión.
El eco del pasado reciente
Andrea G. Rodríguez, analista especializada en Asia, asegura que las manifestaciones actuales en contra de la iniciativa de ley demuestran que el descontento continúa presente en los ciudadanos de Hong Kong desde el Movimiento de los Paraguas, una serie de protestas que se realizaron en 2014 en contra el decreto de China que impedía la libre selección de candidatos electorales.
La iniciativa de ley también surge porque Hong Kong tiene acuerdos con veinte países para extraditar a personas desde sus territorios, sin embargo, no existen este tipo convenios con China ni Taiwan porque la región se conduce con dos sistemas de gobierno que le permiten ser autónoma.
El estatus de Hong Kong como región administrativa especial de la República Popular China permite que su gobierno, cuyo máximo mandatario es un representante ejecutivo, pueda promulgar sus propias leyes orgánicas.
Esto se traduce en que Hong Kong goza de un alto grado de autonomía, mucho mayor que el del resto de subdivisiones administrativas de China. Esta región tiene un sistema político, administrativo y judicial al margen del de China asentado en un sistema capitalista denominado Un país, dos sistemas.
No obstante, G. Rodríguez asegura que gracias a este sistema Hong Kong es el refugio de muchos activistas y artistas que son perseguidos por el gobierno chino.
La especialista en la región también comenta que la iniciativa es parte del proceso de homogeneización de Hong Kong con el resto de la República Popular China.
Reino Unido le cedió Hong Kong a China en 1997 para convertir su territorio en una región administrativa especial con la preservación de los sistemas económicos y políticos capitalistas necesarios para su desarrollo durante las siguientes cinco décadas.
“Es algo que tenía que pasar según el plan chino, pero después de 20 años que tiene Hong Kong en estado de ‘semindependencia’ la sociedad está acostumbrada a vivir en democracia con libertades occidentales y no le puedes pedir que a partir de mañana tenga miedo de decir algo que dañe al gobierno chino porque Pekín puede llamar a la extradición”, asegura la especialista.
Además, G. Rodríguez recuerda que China cumple 70 años de su fundación como República Popular el próximo 1 de octubre y es normal que los procesos como la aplicación de leyes del gobierno chino en Hong Kong se empiecen a realizar, sin embargo, la analista dice que es muy pronto para sacar conclusiones sobre la norma porque puede ser modificada en el organismo legislativo.