Inundado
Tras el paso del huracán “Harvey”, Houston, Texas, la cuarta ciudad más poblada en los Estados Unidos, vive una crisis sin precedente y se encuentra literalmente bajo el agua.
Las intensas lluvias de los últimos días han ocasionado inundaciones en carreteras y barrios enteros y han dejado hasta el momento un saldo de ocho muertos; se espera que las precipitaciones continúen por lo menos hasta el día de mañana miércoles.
Carlos Salazar
Tras el paso del huracán “Harvey”, Houston, Texas, la cuarta ciudad más poblada en los Estados Unidos, vive una crisis sin precedente y se encuentra literalmente bajo el agua.
Las intensas lluvias de los últimos días han ocasionado inundaciones en carreteras y barrios enteros y han dejado hasta el momento un saldo de ocho muertos; se espera que las precipitaciones continúen por lo menos hasta el día de mañana miércoles.
Los daños materiales ascienden a miles de millones de dólares, según ha informado el gobernador de Texas, Gregg Abott, quien apenas ayer hizo un llamado a los texanos a que no salgan de sus casas, pues lo peor podría no haber pasado todavía.
Las imágenes que se han visto en los últimos días hablan por sí mismas de la crisis: personas siendo rescatadas de los toldos de sus autos, de los techos de sus casas, automóviles y grandes camiones de carga sepultados bajo el agua en las autopistas, mientras las lanchas y los botes recorren las calles de Houston.
El impacto total del paso de “Harvey” por Texas es aún desconocido, aunque al final nadie duda de que el saldo sea mayor a todo lo que se ha experimentado en los últimos tiempos.
Tanto los dos aeropuertos como las principales vías de comunicación de Houston están cerradas hasta nuevo aviso. La ciudad está aislada.
Los servicios de emergencia en Houston están trabajando a su máxima capacidad, apoyados por cientos de rescatistas del servicio de búsqueda y rescate urbano, a los que se han seguido sumando más voluntarios.
Refugiados por miles
De acuerdo con las autoridades del Condado de Harris, al que pertenece Houston, casi 2 mil personas han sido rescatadas de zonas donde el nivel del agua incluso ha alcanzado los techos de sus viviendas.
Sylvester Turner, alcalde Houston, informó que hasta el día de ayer ya habían sido trasladadas más de 5 mil 500 personas a algunos de los albergues habilitados en la ciudad, y la cifra continúa aumentando a cada hora.
La propia autoridad estima que el paso del huracán podría dejar tras de sí la cifra de 30 mil refugiados, además de que más de 450 mil personas podrían necesitar algún tipo de asistencia solo en el estado de Texas.
La catástrofe ya ha sido calificada como la peor de su tipo en la historia de Houston, tanto por el Centro Nacional de Huracanes como el Servicio Meteorológico, que detalló que el fenómeno “no tiene precedentes y la totalidad de su impacto es aún desconocida y puede ir más allá de todo lo ya experimentado”.
La imagen de un asilo en la ciudad de Dickinson, Texas, con los ancianos con el agua hasta la altura de su cintura fue una de las más compartidas y comentadas el pasado fin de semana y ocasionó la movilización de los cuerpos de seguridad.
Poco después de la viralización de la imagen, el responsable de Protección Civil en la localidad confirmó el rescate de 15 ancianos del asilo La Vita Bella, quienes fueron evacuados en helicóptero por la Guardia Nacional y elementos de emergencia de la ciudad de Galveston.
El Gobierno de México, por su parte, informó que brindará el apoyo necesario al estado de Texas tras el paso del huracán.
A través de su cuenta de Twitter, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, señaló que el domingo por la tarde habló con el gobernador de Texas, Greg Abbot, para expresar la solidaridad de México y brindarle toda la ayuda que pueda.
Suministro en riesgo
Una de las secuelas que dejará para los próximos días el paso de “Harvey” será el impacto indirecto sobre otras zonas de la Unión Americana debido a la afectación a la infraestructura energética.
Hasta la tarde de ayer, dos de los principales puertos de Estados Unidos (Houston y Corpus Christie) permanecían cerrados y las secuelas han afectado hasta el 15 por ciento de la capacidad de refinado de petróleo en ese país.
Se calcula que hay más de 10 refinerías fuera de servicio en las ciudades de Houston, Galveston y Corpus Christi, que producen diariamente, en conjunto, más de 2 millones de barriles de petróleo.
Con los puertos cerrados, la capacidad de transporte del combustible se ha visto mermada significativamente, lo que ya ha traído un alza del 5 por ciento en el precio de las gasolinas, aunque en caso de prolongarse la suspensión el alza podría ser mayor en los próximos días.
Además, el paso del huracán también trajo consigo el cierre temporal de las plataformas de extracción de petróleo y gas natural en el Golfo de México, afectando aproximadamente el 22 por ciento de la capacidad de producción de dichos energéticos en la región.
La evacuación que no se ordenó
Desde la noche del pasado miércoles 23 de agosto, las autoridades lanzaron las advertencias de la llegada de “Harvey” a la zona sureste de Texas, donde se encuentra Houston, la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos, con una población de 2.3 millones, solo superada por Nueva York, Los Ángeles y Chicago.
Sin embargo, a pesar de las alertas, las autoridades locales no hicieron un llamado a la evacuación, debido a que consideraron que dicha medida hubiera sido una acción irresponsable.
El alcalde de Houston, Sylvester Turner, justifico su decisión argumentando que el riesgo de poner a más de 2 millones de ciudadanos en las carreteras habría sido mucho mayor.
“Si se emite una orden de evacuación y se pone a todo el mundo en la carretera, realmente se está llamando a una gran calamidad”, señaló Turner para defender su decisión.
Las instrucciones de las autoridades hacia la población giran en base a permanecer en sus hogares aún y cuando la vivienda se esté inundando, y evitar al máximo salir a las calles.
Ed González, comisario del Condado de Harris, al que pertenece Houston, pidió a la gente pensarlo dos veces antes de aventurarse a circular en las condiciones actuales y no tomar medidas desesperadas.
“Queremos destacar la importancia de permanecer fuera de los caminos cuando hay inundaciones. Si se conduce en el agua, se está poniendo en riesgo la vida”, detalló González.