Después de Cuba, Estados Unidos se encuentra en su camino destructivo. El huracán “Matthew”, que ha dejado al menos nueve personas muertas en Haití y República Dominicana, avanzó este miércoles hacia las Bahamas y la costa del estado de Florida.
“Matthew” es el mayor huracán que ha conocido el Caribe en casi una década, de categoría 4 de 5, se dirige con vientos de 230 km/h.
En Haití, el país más pobre de América Latina, y que fue devastado por un terremoto en 2010, es imposible hacer un balance y conocer la extensión de la destrucción causada por el paso del ciclón.
Miles de viviendas han sido destruidas por los vientos y las lluvias torrenciales y no está claro el alcance de los daños en la mitad sur de la isla, que se encuentra actualmente aislada del resto del país.
En la capital, Puerto Príncipe, los residentes de la costera fueron evacuados de último minuto a refugios temporales y precarios.
Y en República Dominicana, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) reportó más de 8 mil 500 evacuados en Santo Domingo y en provincias fronterizas con Haití.
De momento, la Oficina de Naciones Unidas de Ayuda Humanitaria (OCHA) consideró que 300 mil haitianos necesitaban asistencia inmediata, y que la mitad de los habitantes del país podrían estar afectados.
La agencia estadounidense para el desarrollo internacional (USAID), dependiente del Departamento de Estado, entregará 1.5 millones de dólares de ayuda a los países afectados.
Y uno de sus aviones sobrevolará Haití a lo largo de la jornada para evaluar los daños.
Podría crecer
El huracán descargó toda su furia en el extremo oriente de Cuba, en donde seis provincias se declararon en estado de alerta y cuatro municipios de la provincia de Guantánamo, donde se encuentra la base naval estadounidense, fueron evacuadas antes de la llegada del huracán.
Con casi 82 mil habitantes, Baracoa la ciudad más antigua de Cuba, fundada hace 505 años, y polo turístico de Guantánamo, se encuentran actualmente aislada. Las autoridades ya procedieron a la evacuación de más de 1.3 millones de personas, con bastantes destrozos, aunque de momento no se sabe si hay víctimas.
Tras haber golpeado Cuba, “Matthew” se dirigía a las Bahamas, que desde la mañana del lunes ya sufrían lluvias torrenciales y fuertes borrascas, y cuyas costas se prevé que sufran bruscos aumentos del nivel del mar.
Por su parte, Estados Unidos, con el recuerdo fresco de la catástrofe que causó el huracán “Sandy” de categoría 3 en 2012, ya ordenó las primeras evacuaciones en los estados de la costa Este, en previsión de la llegada del ciclón la noche del jueves.
Y el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, con sede en Miami, advirtió que el huracán podría fortalecerse ligeramente en el próximo par de días.
Estados Unidos se prepara
Los estados de Florida y Carolina del Norte decretaron el estado de emergencia ante la llegada del huracán el jueves por la noche, mientras que Carolina del Sur ordenó la evacuación de las costas desde ayer.
La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley dijo que ordenará la evacuación de un millón de residentes en zonas costeras debido a la amenaza del huracán “Matthew”. La orden de evacuación entró en vigor a las 3 de la tarde del miércoles.
“Nuestro objetivo es que la población se sitúe a al menos 150 km de las costas”, declaró Haley.
Por su parte, el gobernador de Florida, Rick Scott, advirtió que su estado podría ser “golpeado directamente” por el ojo del huracán.
Y las autoridades del condado de Brevard en el centro de Florida, le han pedido a los residentes de zonas costeras que evacuen sus viviendas debido a la inminente llegada de “Matthew”.
Además, el gobernador Rick Scott llamó a otros residentes de áreas costeras a no esperar a instrucciones para irse.
El presidente Barack Obama, quien había decidido posponer un acto previsto el miércoles en Miami con la candidata demócrata, Hillary Clinton, instó a los habitantes del sudeste del país a que se preparen para la inminente llegada de “Matthew”.
“Es algo que hay que tomarse en serio. Esperamos que sea lo mejor posible, pero tenemos que prepararnos para lo peor”, dijo, al calificar a “Matthew” de “seria tormenta”.