Huyen por crisis
Diez por ciento de la población nicaragüense dejó el país centroamericano por la represión violenta del presidente Daniel Ortega. La mayoría llegaron a Costa Rica de forma legal o ilegal
Rubén ZermeñoUno de cada 10 nicaragüenses han tenido que dejar su casa, su vida y su país para intentar sobrevivir a la crisis política y social que padecen desde hace un año a causa de las protestas y represión provocadas u ordenadas por el presidente Daniel Ortega.
Según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 62 mil personas han salido de Nicaragua en el último año para refugiarse en otro país, es decir el 10 por ciento de la población total que según el Banco Mundial era de 6 millones 217 mil 518 habitantes en 2017.
De estos desplazados, 55 mil 500 se han ido, legal o ilegalmente, a Costa Rica, un país de menos de 5 millones de habitantes. Con cierre a marzo de este año, ACNUR tenía registro de 29 mil nicaragüenses que habían pedido asilo en la nación tica mientras que otros 26 mil esperan formalizar su petición.
Según estudios del organismo, al inicio los que cruzaban eran en su mayoría adultos, pero en los últimos días se han visto cada vez más familias con niños. Además de la población general, entre los que buscan asilo se encuentran estudiantes, exfuncionarios de Gobierno, opositores a Ortega, periodistas, médicos, defensores de derechos humanos e incluso agricultores. La razón principal es el miedo.
Por ello, agregó Throssell, la ACNUR y otras agencias de Naciones Unidas se encuentran trazando un plan de respuesta humanitaria para apoyar al Gobierno de Costa Rica a atender las necesidades de los solicitantes de asilo.
Piden frenar violencia
Por su parte, la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet Jeria, exigió al Gobierno de Ortega que se abstenga de recurrir a la violencia para frenar las protestas convocadas para el 18 de abril con motivo del aniversario del inicio de la crisis en Nicaragua.
La ACNUR además informó que durante el año transcurrido desde la primera represión violenta contra las protestas de abril del 2018 más de 300 personas han muerto, 2 mil más resultaron heridas y cientos de opositores han sido encarcelados.
“Me preocupa que las protestas convocadas para los próximos días puedan desencadenar otra reacción violenta”, dijo Bachelet y agregó que entre las violaciones a los derechos humanos más recurrentes que han encontrado se encuentran la criminalización, el hostigamiento y los ataques contra personas críticas al Gobierno.
“Las autoridades han recurrido a la censura de los medios de comunicación, la prohibición de manifestaciones y han hecho un uso excesivo de la fuerza persistentemente”, agregó la expresidenta de Chile.
Las protestas en Nicaragua comenzaron el 18 de abril de 2018, día en el que Ortega anunció reformas al seguro social, las cuales incluían un aumento en las cuotas de contribución y retrasar la edad de jubilación.