‘Il Duce’ del mundo
Vladimir Putin es el líder político más influyente del mundo. Quizás esto se debe a que adquirió algunas características de mafiosos y dictadores.
Desde 1999 está presente en la política de Rusia, donde se ha encargado de generar un gobierno propio que lo ha mantenido en el poder hasta el presente.
“El sistema político de Putin ha sido personalizado. Su legitimidad y estabilidad dependen en gran medida de la popularidad personal del mandatario. Los sistemas económicos y políticos rusos son privados e informales …
Andrea B. Assuntohttp://www.youtube.com/watch?v=R0it9uw-Qt0
Vladimir Putin es el líder político más influyente del mundo. Quizás esto se debe a que adquirió algunas características de mafiosos y dictadores.
Desde 1999 está presente en la política de Rusia, donde se ha encargado de generar un gobierno propio que lo ha mantenido en el poder hasta el presente.
“El sistema político de Putin ha sido personalizado. Su legitimidad y estabilidad dependen en gran medida de la popularidad personal del mandatario. Los sistemas económicos y políticos rusos son privados e informales …
“El poder real de toma de decisiones reside en el interior del círculo íntimo de Putin, mientras que las instituciones políticas formales de Rusia han sido castradas en diversos niveles”, escribió Fiona Hill en su libro “Mr. Putin: operative in the Kremlin”.
“Dentro del sistema, el Sr. Putin ha desarrollado la versión de sí mismo como director general de ‘Rusia, Inc.’. En realidad, su estilo de liderazgo es más parecido al del capo de una familia de la mafia. Todo el mundo es interdependiente, así como dependiente del sistema informal …
“El cumplimiento de las reglas y normas se basa en sólidos lazos y amenazas recíprocas, no en incentivos positivos”, aseveró la autora.
Además de manejar con puño de hierro el país más grande del mundo, dio asilo al prófugo exagente de la CIA Edward Snowden y capturó a “28 activistas de Greenpeace y dos periodistas en aguas internacionales (en septiembre), lo que ilustra que el resto del mundo no le importa”, opinó Pieter Cranenbroek en su blog de The London Economic, el pasado 4 de noviembre.
Ha desplazado a presidentes poderosos como Barack Obama y Xi Jinping en decisiones de carácter mundial.
Así sucedió con el caso de la guerra civil en Siria. Mientras que todas las naciones se opusieron al conflicto armado, Putin apoyó abiertamente al presidente Bashar al-Assad y dejó en segundo plano la estrategia de Estados Unidos (EU).
Aun así, se ha adherido al plan de conciliación conocido como Ginebra 2, que busca que se lleve a cabo una conferencia de paz para Siria. El presidente ruso se reunirá esta semana con los primeros ministros de Israel y Turquía, Benjamín Netanyahu y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, para discutir sobre la violencia que vive el país árabe desde principios de 2011.
El más poderoso del mundo
Un hombre que trabajaba como jefe del Comité para la Seguridad del Estado (KGB, por sus siglas en ruso) y estaba acostumbrado a trabajar en las sombras, ahora es reconocido por la revista Forbes como el líder más poderoso del mundo.
Y lo cierto es que ha permanecido en el poder como solo lo saben hacer los dictadores. Ha sido presidente interino (1999-2000), primer ministro (2008-2012) y presidente en tres ocasiones (2000-2004, 2004-2008 y 2012-2018).
Y ese mandato, que va más allá de las fronteras del Kremlin, está ganando poder. ¿Habrá alguien que lo pueda detener?
Putin, estás en problemas
Los medios en Corea del Sur están echando humo. Todo porque Vladimir Putin tuvo un comportamiento errático durante su visita al país asiático el pasado 6 de noviembre.
Y es que, así como hace caso omiso a las llamadas de Madonna y de Paul McCartney para que libere a los activistas de Greenpeace, se tomó su tiempo para llegar a la junta con la presidenta Park Geun-hye. Apareció media hora tarde, para ser exactos, y cambió detalles de su agenda a última hora.
Este incidente, que no tiene contento al Gobierno de Geun-hye, puede ser un obstáculo para que Putin extienda su influencia política y económica en el noreste de Asia.
De Don Corleone a ‘Il Duce’
Sin duda, el presidente ruso tiene el poder suficiente para resolver la guerra civil en Siria y mantener al prófugo de la justicia estadounidense, Edward Snowden, sin que la Casa Blanca se interponga en su camino.
Esto puede ser resultado de que comparte algunas características que distinguieron a varios de los líderes de la Segunda Guerra Mundial.
> Benito Mussolini
Al igual que el padre del fascismo, Benito Mussolini, Vladimir Putin tuvo en sus inicios ideales de izquierda, a pesar de que ahora pertenece a la derecha. De igual manera, el italiano cuyo nombre fue inspirado en el de Benito Juárez, en sus inicios era socialista y editaba en 1912 la revista Avanti!, diario del Partido Socialista Italiano.
Y así como ambos líderes comparten en sus expedientes el título de primer ministro, también tienen en común el rechazo al socialismo, al liberalismo y al individualismo.
“La atracción de los partidos de extrema derecha de Europa occidental a la agenda negativa de Putin puede ser entendida en relación con otra antiideología autoritaria: el fascismo de Benito Mussolini”, aseguró The Japan Times el 20 de marzo pasado.
> Joseph Stalin
Al recordar con nostalgia la era de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), Putin ha retomado ciertas medidas que aplicó Joseph Stalin en su momento.
Muchos expertos lo ven como un medio para manipular a las masas. Y lo está logrando.
“Está ganando apoyo al elogiar logros soviéticos, y muchos rusos, en su mayoría ancianos, están recordando con nostalgia”, informó Reuters el pasado 18 de noviembre.
“Incluso se refirió una vez a la desaparición de la URSS como ‘la mayor catástrofe geopolítica del siglo pasado’, aunque también ha dicho que Rusia no está interesada en reactivar la unión de repúblicas”, agregó.
Putin no solo ha copiado las estrategias de Stalin, sino que ha adquirido su imponente poder.
Tanto, que al no poder elegirse para un tercer periodo presidencial en 2008, “le permitió a su marioneta Dmitri Medvedev jugar a ser jefe de Estado para después reclamar de nuevo su trono”.