Los problemas de las manifestaciones, inseguridad, pobreza y retrasos de Brasil previo al Mundial han inundado los titulares de la prensa.
Pero la presidenta Dilma Rousseff considera que las críticas han sido injustas con su Gobierno y su país, pues en realidad sí ha habido grandes avances.
“Hay un mal humor inexplicable con Brasil”, manifestó Rousseff en una cena con periodistas internacionales, según reportó El País.
La mandataria defendió su gestión al asegurar que pocos países han combatido la desigualdad con la misma fuerza que el suyo.
“Llegué a preguntar al Instituto de Pesquisa Económica Aplicada (IPEA) dónde existió un periodo de 12 años con tanta reducción (de la desigualdad). Me dijeron que había sido en la España postfranquista”, señaló la presidenta, según El Mundo.
Aunque una reciente encuesta del Pew Research Center reveló que 61 por ciento de los brasileños creen que el Mundial es mala idea, Rousseff aseguró a The New York Times que los que pretenden sabotear el evento son una pequeña minoría.
