"Creo que lo que esto (los planes de más asentamientos) pone de relieve, en realidad, es la importancia de llegar a la mesa de negociaciones y hacerlo rápidamente, y de resolver los puntos sobre los asentamientos, que se solucionarían mejor al solucionar los problemas de la seguridad y las fronteras”
Las autoridades palestinas argumentan que los asentamientos donde ahora viven más de 500 mil colonos les dificultan la consolidación de su Estado y que lo hacen de mala fe
Las negociaciones empiezan hoy en Jerusalén y se prevé que duren, como mínimo, unos nueve meses
El pasado mes de julio se anunció que el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, había logrado reanudar el proceso de paz entre israelíes y palestinos, estancado desde 2010, perfilándose así como el principal mediador que intervendrá en esta ocasión.
Comienza hoy, en Jerusalén, y se prevé que dure, mínimo, unos 9 meses. El segundo encuentro se cree que tendrá lugar en Jericó, Cisjordania.
Como paso previo, Israel liberó a 26 presos palestinos a comienzos de esta semana, en la que será la primera de cuatro entregas hasta completar la liberación de 104 prisioneros.
Sin embargo, los anuncios de Israel de ampliar los asentamientos podrían complicar las negociaciones.
Esto porque Israel anunció hace días el levantamiento de mil 200 viviendas más en asentamientos situados en Cisjordania y en Jerusalén oriental y, por si esto no fuera suficiente, ayer reportó que seguiría adelante con sus planes de construir otras 900 viviendas más en Jerusalén oriental, informó la AP según declaraciones de una funcionaria israelí.
Sobre este plan, la vocera del Ministerio del Interior, Efrat Orbach, confirmó que fue otorgada la aprobación para ampliar el barrio judío de Gilo. El plan habitacional, que recibió su aprobación inicial el año pasado, ampliaría la demarcación de Gilo hacia un barrio palestino, también de acuerdo a la agencia noticiosa AP.
Aunque Orbach dijo que son necesarias más aprobaciones y que podrían pasar años antes de que comience la construcción, el activista Lior Amihai, del grupo contrario a los asentamientos Paz Ahora, dijo que el plan no necesita más aprobaciones y que las obras podrían comenzar teóricamente dentro de tan sólo unas semanas.
Negociaciones en la cuerda floja
Las autoridades palestinas argumentan que los asentamientos donde ahora viven más de 500 mil israelíes, ilegales desde el punto de vista del derecho internacional, dificultan cada vez más forjar su Estado y que la continua construcción israelí es una muestra de mala fe.
Hanan Ashrawi, una funcionaria palestina de alto rango, dijo que los planes de asentamientos de Israel son una bofetada a los palestinos y a Kerry.
“No es sólo un sabotaje deliberado a las negociaciones, sino realmente una destrucción del resultado”, informó.
Ashrawi exhortó a Kerry a “hacerle frente a Israel” y dar una respuesta enérgica.
Mark Regev, vocero del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, rechazó la acusación palestina.
“Los palestinos saben que Israel rechazó su petición de frenar los asentamientos como una precondición a esas negociaciones, no pueden decir lo contrario”, dijo Regev.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo el lunes que la reciente agitación por los anuncios sobre asentamientos israelíes probablemente no descarrilará las conversaciones de paz de Oriente Medio, cuya reanudación está prevista para hoy.
Sin embargo, Marie Harf, portavoz del Departamento de Estado en Washington, dijo que Estados Unidos había expresado su “seria preocupación” ante el anuncio de Israel del domingo de que ha aprobado la construcción de aproximadamente mil 200 viviendas en sus asentamientos.
El anuncio fue el tercero en una semana y agitó los temores palestinos de que se produzca una nueva oleada de construcción de viviendas israelíes al amparo de las negociaciones auspiciadas por Estados Unidos.
El principal negociador estadounidense, Martin Indyk, llegó a la región para participar en las conversaciones.
Kerry dijo que el gobierno de Estados Unidos considera ilegítimos los asentamientos y agregó que las críticas de la parte palestina muestran la necesidad de echar a andar las negociaciones pronto.
Los principales obstáculos
Aaron David Miller, el principal asesor de los secretarios de Estado de EU en las negociaciones palestino-israelíes durante dos décadas, mencionó en una entrevista al diario El País algunos de los principales obstáculos que se tendrán que afrontar en la nueva ronda negociadora y que explican su “moderado optimismo”:
– El problema que genera la identidad de Jerusalén.
– El estatus de los refugiados palestinos.
– Los asentamientos, vinculados con el problema fronterizo. Miller cree que si se llegara primero a un acuerdo sobre los límites territoriales sería más fácil después abordar el problema de los colonos israelíes.
– El entorno político de las partes, tanto dentro del seno del gobierno israelí como en los territorios palestinos existe una fuerte oposición al nuevo diálogo. “Es posible que ninguno de los dos gobierno sobreviva al acuerdo”, señaló Miller. En Palestina también hay un movimiento nacional muy dividido. Frente a Hamas, Abbas no controla las armas, ni a sus integrantes, ni cuenta con toda la legitimidad, agregó Miller. Aunque matizó que el reciente derrocamiento de Morsi y la mala relación con Irán la han debilitado.
Anteriores procesos de paz
> 1993. Acuerdos de Oslo
Ese año, los funcionarios israelíes dirigidos por Yitzhak Rabin trataron de llegar a una solución pacífica junto a los líderes palestinos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), dirigida por Yasser Arafat.
Lo más señalado fue la carta de Arafat en la que reconocía a Israel el derecho a existir.
La idea era que gradualmente Israel fuera cediendo el control de los territorios ocupados a los palestinos, pero fracasó y Yitzhak Rabin fue asesinado.
> 2000. Cumbre de Camp David
En julio de ese año el presidente de EU, Bill Clinton, convocó a una cumbre de paz entre el líder palestino, Arafat, y el primer ministro israelí, Ehud Barak, quien habría ofrecido al líder palestino casi el 95 por ciento de Cisjordania y la Franja de Gaza, la soberanía palestina sobre Jerusalén Este y que, a cambio, 69 asentamientos judíos fueran cedidos a Israel, entre otras condiciones y ofrecimientos. Arafat rechazó la oferta porque algunas de las condiciones rompían la continuidad del territorio. No hubo contraoferta.
> 2001. Cumbre de Taba
En enero de este año el equipo negociador de Israel presentó un nuevo mapa en la Cumbre de Taba, en Egipto.
Allí se hizo una propuesta, la de eliminar el “control temporal israelí” en las áreas palestinas.
Los palestinos lo aceptaron como base para futuras negociaciones pero el primer ministro israelí, Ehud Barak, no continuó las negociaciones en ese momento y éstas terminaron sin acuerdo.
Hubo que esperar un año más para un nuevo intento.
> 2002. Mapa de Ruta para la Paz
El 17 de septiembre de 2002 el Cuarteto de la Unión Europea –Rusia, las Naciones Unidas, la Unión Europea y los Estados Unidos– presentó la Hoja de Ruta para la paz.
Sin embargo, esta propuesta nunca pasó de la primera fase, que defiende la paralización de la construcción de asentamientos israelíes y el cese de la violencia entre ambos pueblos.
Ninguno de esos objetivos se ha logrado aún y el plan tampoco pudo resolver las cuestiones difíciles, como del destino de Jerusalén o los asentamientos.
> 2002-2007. Iniciativa de Paz Árabe
Esta iniciativa se presentó por primera vez en la Cumbre de Beirut, en 2002, por el príncipe heredero Abdullah, de Arabia Saudita. No obstante, se retomó en 2007, en la Cumbre de Riad. A diferencia de la anterior, plantea una “solución final” basada, entre otras cosas, en la premisa de que se deben retomar las fronteras que las Naciones Unidas establecieron antes de 1967.
Sin embargo, el gobierno israelí expresó sus reservas, sobre todo por la cuestión de las fronteras, y poco o nada se ha avanzado desde 2010.
