La vida de Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, cambió radicalmente. De vivir en la Casa Presidencial, a estar en detención

Juan Orlando Hernández, el expresidente en crisis por su posible extradición a Estados Unidos

Ante la aprobación de una solicitud para que Juan Orlando Hernández sea extraditado a Estados Unidos, aún se espera que su defensa legal lance una apelación, la cual es poco probable que acepten los magistrados debido a las presuntas relaciones que el político tiene con el narcotráfico y la corrupción

En sólo dos meses, la vida de Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, cambió radicalmente. De vivir en la Casa Presidencial José Cecilio del Valle, a estar en detención provisional.

El exmandatario espera en la ciudad de Tegucigalpa para que su defensa legal presente una apelación a fin de que no llegue a pisar los Estados Unidos, luego de que su extradición fuera aprobada por un Juez de Extradición de Primera Instancia.

Fue la noche del pasado miércoles que el Poder Judicial de Honduras confirmó la noticia, detallando que la defensa de Hernández tenía tres días para hacer uso de la apelación, la cual sólo podría dar a conocer y resolver el pleno de magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

La orden de extradición se dio un mes después de que el gobierno de los Estados Unidos solicitara el arresto del exmandatario, pues era requerido en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, donde es acusado de tres cargos.

De acuerdo con las autoridades estadounidenses, Juan Orlando Hernández es señalado de conspiración para importar una sustancia controlada a la Unión Americana desde un lugar fuera del mismo, fabricar y distribuirla con la intención y conocimiento de que sería importada ilegalmente, y distribuirla a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos.

Asimismo, se le imputan los delitos de uso y portación de armas de fuego o ayudar a instigar el uso, el aporte y la posesión de las mismas.

De acuerdo con Ricardo Orozco, internacionalista y especialista en Estudios Latinoamericanos por la UNAM, considerando la apelación del expresidente, aún podría desconocerse el tiempo que tarde su proceso y el fin de su caso.

“Puede tardar mucho o muy poco, dependiendo de la velocidad en que se actúe por parte de la Corte (…). Sin embargo, por el momento se observa que hay premura para realizar la extradición, considerando la solicitud de la Procuraduría de empezar con la incautación de sus bienes”, asegura el docente.

El día de ayer, la Procuraduría General de la República (PGR), “en aras de velar y defender los intereses del Estado de Honduras”, instó a través de una carta que se procediera de manera inmediata a solicitar ante el órgano jurisdiccional competente medidas de aseguramiento e incautación de todos los bienes que posea a su nombre Juan Orlando Hernández, en razón de la solicitud de extradición presentada por el gobierno de los Estados Unidos.

Con esa sentencia, aunque la defensa de Juan Orlando seguirá descartando la relación de su cliente con las acusaciones que se le adjudican, aún es poco probable que los magistrados acepten sus argumentos, considerando la situación en la que desde hace meses se encontraba el expresidente ante las autoridades norteamericanas.

Desde el 1 de julio de 2021, por ejemplo, Hernández fue incluido en la lista de Actores Corruptos y Antidemocráticos de la Unión Americana bajo la Sección 353 de la Ley de Compromiso del Triángulo del Norte-Estados Unidos.

Su ingreso a ese listado se dio luego de que el Departamento de Estado recibiera “informes creíbles” de que el hondureño utilizó ganancias de actividades ilícitas para facilitar campañas políticas.

Además, el nombre del expresidente había sido mencionado por varios testimonios, asegurando que fue socio del narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez, condenado a prisión de por vida por la distribución de toneladas de cocaína y delitos relacionados con armas.

Un aviso regional con detención de Juan Orlando Hernández

Con el caso del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, las autoridades del país latinoamericano lanzaron una advertencia: entregar a cualquier persona que esté relacionada con el crimen organizado.

Pero no nada más el gobierno de Honduras hizo ese aviso, sino también los Estados Unidos, dejando en claro que así como sucedió con el exmandatario, estarán detrás de todos aquellos que perjudiquen a su país a través del narcotráfico o la corrupción.

“Hemos elaborado una estrategia que coloca la actividad de anticorrupción en el centro de nuestra política exterior, y hemos sido muy directos con los países de América Central de que esa es nuestra prioridad para ayudarlos a construir el tipo de futuro que quieren y que nosotros queremos”, aseguró la Casa Blanca desde el pasado 22 de enero.

Bajo esa misma línea, la maestra Norma Soto Castañeda, internacionalista de la Universidad La Salle, espera que la presidenta hondureña Xiomara Castro continúe trabajando en lo que resta de su periodo, de la mano de los Estados Unidos, manteniendo con ciertas restricciones a los grupos subversivos.

“Siempre van a existir estos grupos. Sin embargo, con la detención del expresidente es una manera de controlarlos, de mandar un aviso a que dejen sus actividades ilícitas, porque se van a enfrentar al propio gobierno hondureño y posteriormente a los Estados Unidos”, apunta.

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